Desde Florida, el presidente de los Estados Unidos se ha visto en la obligación de rectificar tan sólo 24 horas después de defender la construcción de una mezquita en la Zona Cero de Nueva York, lo que había provocado un aluvión de críticas.
"No he comentando y no comentaré nada acerca de si me parece prudente o no decidir que hay que poner una mezquita ahí (...) estaba refiriéndome de manera específica a los derechos que disfrutan las personas en nuestro país desde nuestra fundación. De eso se trata nuestro país", afirmó Barack Obama.
El presidente también prestó su apoyo al turismo y la producción local, duramente perjudicados por el derrame de petróleo en el Golfo de México, en una visita efectuada junto a su familia.
"Quiero subrayar que como resultado de los esfuerzos de limpieza, las playas de toda la costa del Golfo están limpias, son seguras y están totalmente abiertas al público", dijo junto a su esposa Michelle y su hija menor Sasha, en la localidad de Panama City, informa EFE.
"Esta es una de las razones por las Michelle, Sasha y yo estamos aquí" dijo el presidente que invitó a todo el mundo a conocer el lugar porque "es un lugar precioso para visitar".
En esta ocasión sólo les acompañó Sasha, que lucía un vestido blanco con un fajín rojo, ya que su hermana Malia está en un campamento de verano.
Obama inició así una breve estancia de dos días, que incluye una reunión con empresarios locales para hablar sobre el impacto del vertido en la zona, a los que aseguró que no descansará hasta que todos los daños sean reparados.