La reunión este lunes entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y su colega colombiano, Alvaro Uribe, se desarrolló a la sombra del golpe de Estado en Honduras, que el líder estadounidense definió como "no legal".
Ambos mandatarios se reunieron hoy por espacio de más de una hora en el Despacho Oval, primero a solas y después junto a sus equipos de asesores, en un encuentro en el que además de la situación en Honduras abordaron asuntos como el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, pendiente de la ratificación en el Congreso de EEUU, o la lucha contra el narcotráfico.
Al término del encuentro, ambos mandatarios se mostraron muy firmes a la hora de condenar el golpe de Estado perpetrado este domingo contra el presidente hondureño Manuel Zelaya.
Según Obama, el éxito de este golpe sentaría "un terrible precedente" para la región latinoamericana, que ha registrado "tremendos progresos" democráticos en los últimos veinte años.
"No queremos regresar a un pasado oscuro" en el que las asonadas eran frecuentes. "Siempre queremos estar del lado de la democracia", aseguró el mandatario estadounidense, que prometió que Washington colaborará con la Organización de Estados Americanos (OEA) y la comunidad internacional "para ver si podemos resolver esto de manera pacífica".
Por su parte, el presidente colombiano expresó también su condena al golpe de Estado, precipitado después de que Zelaya pretendiera celebrar una consulta constitucional el domingo que, según sus críticos, buscaba abrir el camino para un segundo mandato que la Carta Magna de su país le prohíbe en la actualidad.
Ante la posibilidad de una reforma constitucional en Colombia para un hipotético tercer mandato de Uribe, el mandatario de este país aseguró a los medios que "las instituciones son completamente sólidas" en su país.
Según insistió Uribe, es necesario distinguir entre "el debate acerca de si un presidente debe permanecer un mandato más en el poder" y "la solidez de las instituciones colombianas".
En este sentido, Obama, limitado por ley a un máximo de dos mandatos presidenciales de cuatro años, bromeó con que tras ocho años, en EEUU "la gente quiere cambio". Pero indicó que si él consigue la reelección está seguro de que en su octavo año no tendría "una popularidad del 70 por ciento" como le ocurre a Uribe.
En un tono más serio, precisó que "lo importante" es que esos procesos se celebren "de manera legítima, que no se impongan desde arriba, que no se manipule o se altere el proceso electoral o se acallen las voces opositoras".
Los dos mandatarios dedicaron buena parte de sus conversaciones en el Despacho Oval a tratar sobre el TLC, que Obama criticó cuando era el candidato presidencial demócrata.
Los demócratas en el Congreso de EEUU se resisten a ratificar el tratado al reclamar más garantías sobre la protección a los derechos humanos y a los sindicalistas en Colombia.
En este sentido, el presidente estadounidense reconoció que "queda trabajo por hacer" pero se declaró "esperanzado de que podamos avanzar hasta completar" la puesta en marcha del tratado, que su predecesor, George W. Bush, describió en su día como "necesario" para la seguridad nacional de EEUU.
No obstante, Obama precisó que "la carga no recae únicamente en Colombia" y deben ser los dos países los que colaboren para "llegar a un lugar en el que sus respectivos legisladores estén convencidos de que el acuerdo beneficiará a los dos países".
Uribe le ha dado garantías, declaró, de que quiere resolver las cuestiones en torno al respeto de los derechos humanos y le ha asegurado que "se han logrado grandes progresos".
En el encuentro de hoy estuvieron presentes, además de los dos mandatarios, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones. Por parte colombiana también participaron, entre otros, el canciller Jaime Bermúdez y el ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata.
El mandatario colombiano también tenía en su agenda mantener reuniones con los líderes del Congreso estadounidense y con los representantes de las instituciones financieras multilaterales antes de abandonar Washington mañana, martes.
Obama insiste: El golpe es ilegal y Zelaya es el presidente
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó este lunes que el golpe de Estado en Honduras ha sido "ilegal" y el Manuel Zelaya sigue siendo el presidente legítimo.
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