Obama visitó la sede del Instituto como es tradición entre los premiados para reunirse con los integrantes del comité que decidió el pasado octubre concederle el galardón. Una multitud le esperaba a su llegada al Instituto, con cánticos, banderas y una pancarta en la que se podía leer en inglés el lema "Has ganado el Nobel, ahora merécetelo".
En la habitación donde se reúne el comité Nobel, diseñada por el arquitecto Carl Bener y decorada con fotografías y emblemas de premiados anteriores, Obama se sentó en una mesa oval para firmar en el libro de invitados, flanqueado por su esposa, Michelle Obama. El presidente firmó un párrafo de siete líneas, mientras su esposa, ataviada con un vestido gris adornado con un broche de plata, bromeaba "¿Qué escribes, un libro? Mi dedicatoria no será tan larga". Obama puntualizó que había "felicitado al Comité por su trabajo no sólo en favor de la paz sino también para dar voz a los que no la tienen y a los oprimidos del mundo".
En declaraciones a la prensa que le acompaña, citó el ejemplo del defensor de los derechos civiles para los negros Martin Luther King para poner de relieve que la concesión del premio supone "un efecto galvanizador" que "elevó su prestigio en EEUU de manera que le permitió ser más efectivo".
Tras su breve visita al Instituto, Obama se reunió con el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, antes de ser recibido, junto a la primera dama, por los reyes de Noruega, Harald y Sonia.
Según ha declarado la Casa Blanca, el presidente tiene previsto aludir en su discurso a la contradicción de que se le conceda el premio más prestigioso del mundo en pro de la paz cuando apenas hace diez días ha ordenado el envío de 30.000 soldados más a la guerra de Afganistán.
La llegada del presidente se produce en medio de fuertes medidas de seguridad, en la operación de mayores dimensiones desarrollada en Noruega y que ha tenido un coste de cerca de 92 millones de coronas, 16 millones de dólares, 11 millones de euros. Cerca de 2.500 agentes de policía se encuentran movilizados y se han levantado barreras a lo largo de las principales avenidas de la ciudad.