L D (EFE) Obama partió del Aeropuerto Internacional de Bagdad en torno a las 21.15 hora local (18.15 GMT), tras permanecer apenas 4,5 horas en Irak. Durante su estancia, se reunió por espacio de unos treinta minutos con el primer ministro iraquí en la residencia del comandante en jefe de las tropas estadounidenses en el país árabe, general Ray Odierno, en la base "Camp Victory" en las afueras de Bagdad.
El presidente estadounidense aludió a los últimos atentados registrados en el país, que han dejado más de cuarenta muertos en Bagdad en dos días, y aseguró que, pese a todo, "mantenemos nuestra resolución y nuestro compromiso". "No debemos distraernos porque hemos hecho enormes progresos colaborando con el Gobierno iraquí durante los últimos meses", explicó.
Reiteró, asimismo, su compromiso con una transición gradual de la responsabilidad de las fuerzas de EEUU a las iraquíes, que "resultará en la retirada de todas las tropas estadounidenses para 2011", aseguró el presidente, quien también se reunió, en una segunda bilateral, con el jefe de Estado de Irak, Yalal Talabani.
Obama anunció en febrero el fin de las operaciones de combate y la salida de la mayoría de los actuales 144.000 soldados allí desplegados para agosto del año próximo. Allí permanecerán desde entonces entre 35.000 y 55.000 efectivos en tareas de asesoramiento y formación, que terminarán su misión para diciembre de 2011. A juicio del presidente, con la celebración de las elecciones en Irak el próximo diciembre "muchas de las cuestiones pendientes pueden empezar a resolverse".
La visita por sorpresa, que según Obama tenía como objetivo expresar su agradecimiento a las tropas por su "extraordinario esfuerzo", se produjo al término de una gira por Europa que le llevó a Londres, Estrasburgo (Francia), Kehl (Alemania), Praga, Ankara y Estambul. El plan original, como explicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, había sido desplazarse inmediatamente en helicóptero a Bagdad para mantener conversaciones con el presidente y el primer ministro iraquíes.
El mal tiempo obligó a cambiar los planes y, en su lugar, Obama se desplazó por carretera a la base aérea estadounidense "Camp Victory", donde recibió a Maliki y Talibani. En "Camp Victory", Obama también se reunió con el comandante de las tropas estadounidenses en Irak, quien le informó sobre la situación de la seguridad y con quien conversó sobre los desafíos políticos y diplomáticos en el país árabe, indicó el portavoz de la Casa Blanca.
Durante su estancia en la base, el presidente estadounidense también saludó a los cerca de 600 soldados presentes y participó en una ceremonia para imponer diez medallas al valor. Durante esa ceremonia, Obama subrayó que los próximos 18 meses, en tanto se lleva a cabo la salida del grueso de las tropas y se celebran elecciones, "pueden ser un periodo crítico... es momento de transferir la responsabilidad a los iraquíes. Deben responsabilizarse de la seguridad de su país".
La visita del presidente estadounidense a Irak es la primera desde su llegada a la Casa Blanca y su tercera en dos años. Se produce después de que se haya registrado un aumento de la violencia en el país árabe.
El lunes estallaron seis coches bomba en barrios de mayoría chií en Bagdad y dejaron un total de 34 muertos y más de 130 heridos, mientras que el martes un atentado similar causó al menos ocho víctimas mortales.
Con anterioridad, Obama había visitado Irak en enero de 2006 y en julio del año pasado, en plena campaña electoral y en un viaje que le llevó a Basora, en el sur del país, Bagdad y Ramadi, antigua plaza fuerte de la insurgencia.
La posibilidad de que Obama se desplazara a Bagdad desde Estambul se había rumoreado desde hace varios días entre la prensa que acompañaba al presidente en su gira por Europa.
Inicialmente se había considerado la posibilidad de que el desvío tuviera como destino Afganistán, aunque, según explicó Gibbs, se optó en su lugar por una visita a Irak por su proximidad a Turquía y la necesidad de tratar con las autoridades iraquíes sobre "soluciones políticas" para lograr progresos en el país.