Incertidumbre es la palabra que mejor puede definir el ambiente de la noche electoral torie que este jueves se vivió en Génova 13, lugar elegido por los representantes del Partido Conservador en España para celebrar una noche electoral cuyos resultados, horas después, dibujan todavía un panorama sombrío para el Reino Unido, en el que la formación de un gobierno en mayoría será muy complicada en la un momento en el que, precisamente, parece más necesario que nunca un ejecutivo con fortaleza.
Lo más interesante de la noche empezó a las 11, cuando se cerraron los colegios electorales y se hicieron públicas las encuestas israelitas, es decir, los sondeos a partir de preguntas a los electores que acaban de votar. El resultado era positivo para los tories pero adelantaba un "parlamento colgado" (hung parliament en la expresión inglesa), es decir, sin mayoría absoluta, un escenario poco habitual en la historia política británica.
Los Conservatives en España, asediados por numerosos compañeros de la prensa, se mostraban moderadamente optimistas. Paul Gordon, su presidente, destacaba el vuelco que el resultado suponía y su esperanza de que la ventaja de Cameron se ampliase durante la noche y le permitiese llegar a una mayoría suficiente cuando no absoluta.
Además, Gordon señalaba como muy importante el auténtico "bluff" que ha supuesto finalmente un Nick Clegg que ha dejado a sus Liberales – Demócratas exactamente donde estaban, sin el anunciado crecimiento ni en votos ni en escaños.
Aguirre: "Excelente noticia"
Poco después de hacerse públicos estos sondeos hizo acto de presencia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que con María Dolores de Cospedal la más importante de los notables populares que se asomó a la fiesta torie y la única que hizo declaraciones a la prensa.
Aguirre dijo que, de confirmarse los resultados, se trataría de "un triunfo claro, holgado y contundente" de Cameron y los suyos. Señaló que "los conservadores ganan unos 100 escaños y los laboristas pierden otros tantos". También destacó que "será una gran noticia para el Reino Unido y para la Unión Europea", ya que "podrán tomarse las medidas que son necesarias".
Además de Aguirre otros populares destacados quisieron compartir parte de la noche con sus colegas tories: María Dolores de Cospedal tuvo un paso rápido por la fiesta, por ejemplo, mientras que algunos diputados como Jaime García Legaz (que también es Secretario General de la Fundación FAES) o Rafael Ortega; también estuvo un buen rato siguiendo el lentísimo escrutinio la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez.
Preocupación y esperanza a medias
Según avanzaba la noche los rostros de los tories en España, entre los que había una variedad importante de tipos de persona pero un inconfundible aire "british", iban mostrando algunos signos de preocupación.
El excelente despliegue de las televisiones británicas ofrecía análisis poco esperanzadores y los primeros escaños repartidos tenían un efecto desazonador pues, aunque se correspondían con circunscripciones tradicionalmente muy laboristas y marcaban significativas pérdidas de votos para los de Brown, no dejaban de caer sistemáticamente en manos de la izquierda.
Mientras el larguísimo escrutinio avanzaba y las televisiones exprimían con sabiduría el sabor de una noche electoral de muchas horas que despertana envidia periodística de los colegas de los medios, la sala torie de Génova 13 se iba vaciando de personas y el ambiente se llenaba con una gran pregunta: ¿Y ahora qué?
Y lo único que sabemos horas después es, precisamente, que todavía no tenemos la respuesta.