Varias fuentes dijeron que Zapata Tamayo falleció entre las 15:30 y 16:00 hora local (entre 21:30 y 22:00 en España) en el hospital Amejeiras, a donde fue trasladado este lunes desde un centro médico para reclusos de la capital cubana tras el deterioro de su estado de salud. Agregaron que no han podido hablar con la madre del preso político, Reina Luisa Tamayo, pero indicaron que familiares les confirmaron la muerte.
Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), declaró que el deceso de Zapata Tamayo, "aparte de una tragedia para la familia, es una muy mala noticia para todo el movimiento cubano de derechos humanos y también para el Gobierno, porque esa muerte era evitable". Consideró que el fallecimiento de este disidente va a tener "graves consecuencias porque era un preso de conciencia adoptado por Amnistía Internacional (AI)".
El caso de Zapata Tamayo, que formaba parte del grupo de 75 disidentes condenados en la primavera de 2003 con penas de hasta 28 años de cárcel, fue planteado por España en la reunión sobre derechos humanos celebrada el jueves pasado en Madrid entre altos cargos españoles y cubanos.
El disidente había sido trasladado de la cárcel de Camagüey, situada 533 kilómetros al este de la capital, a un hospital de reclusos de La Habana el 16 de febrero pasado debido a la gravedad de su estado de salud. La madre del prisionero político planea trasladar el cuerpo de su hijo a la provincia oriental de Holguín para que sea sepultado en la ciudad de Banes.
El régimen castrista, principal responsable
"Ya asesinaron a Orlando Zapata Tamayo, ya acabaron con él". "La muerte de mi hijo ha sido un asesinato premeditado", dijo al Directorio Democrático Cubano (DDC) la madre del preso político, Reina Tamayo Danger. Esa organización condenó desde Miami el fallecimiento y aseguró que Zapata Tamayo murió "asesinado por el régimen castrista, que se negó a garantizarle sus derechos básicos".
En octubre de 2009 Zapata Tamayo fue brutalmente golpeado por militares de la prisión provincial de Holguín, lo que le causó un hematoma interno en la cabeza que se vieron obligados a operar. "Los abusos cometidos contra Orlando Zapata Tamayo comprueban que la tortura y el terror contra el pueblo son políticas de Estado bajo el régimen castrista. Esta muerte es una prueba de la práctica del terrorismo de Estado", afirmó Janisset Rivero, secretaria nacional adjunta del DDC.
También el presidente del Movimiento Democracia, Saúl Sánchez, dijo que "los dos dictadores cubanos, Fidel y Raúl Castro, son directamente responsables de la muerte de este hombre porque en prisión le fue extendida su sentencia hasta 36 años, sin que cometiera ningún acto que lo justificara".
Los legisladores cubano estadounidenses Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz Balart también lamentaron la "trágica" muerte del preso político "a manos del brutal régimen castrista" y señalaron que su martirio "es ahora parte de la historia más gloriosa de Cuba".