En rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, de visita en Madrid antes de abandonar su cargo, el ministro de Asuntos Exteriores precisó que estaba intentando comunicarse con la presidencia checa de la UE --que termina hoy su mandato-- para que "ponga en marcha los mecanismos de concertación europea para solicitar la llamada a consultas de los embajadores en Tegucigalpa".
El ministro explicó que este gesto se ha hecho "necesario y urgente para mostrar la firmeza de la UE" ante "la ruptura del orden constitucional" en el país centroamericano.
La llamada a consultas es una herramienta diplomática de la que disponen los Gobiernos para mostrar su fuerte rechazo y malestar ante alguna actuación del Estado ante el que está acreditado el embajador al que se llama. Supone una retirada temporal de este representante hasta que se solucione el incidente.
Moratinos subrayó además que ni España ni seguramente ningún otro miembro de la comunidad internacional dará legitimidad a las autoridades "provisionales e inconstitucionales" que han asumido las riendas de Honduras tras el golpe de Estado que expulsó al "auténtico presidente constitucional" Manuel Zelaya.
"No va a haber ningún gesto, acto, comunicación o actuación que pueda entenderse como contacto o legitimidad" a las nuevas autoridades que han pretendido establecer en Honduras una "farsa constitucional".
Moratinos indicó que el Gobierno español permanece en contacto con los países latinoamericanos para seguir concertando posiciones y recordó que el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, se ha desplazado a Washington para asistir a la reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que analizará hoy la situación en Honduras.