"No hay manga ancha", sino "situaciones diferentes", ha asegurado en una entrevista en Punto Radio. En opinión del ministro, España y el resto de la UE han trasladado a las autoridades chinas su preocupación por los enfrentamientos con la minoría musulmana de los uigures "con la misma firmeza" que en el caso de Honduras, aunque destacó que en este último caso lo que ha habido es una ruptura del orden constitucional.
No obstante, destacó que las propias autoridades chinas "saben y conocen la gravedad de la situación", como demuestra, dijo, el hecho de que el ministro chino de Exteriores, Yang Jiechi, le llamara este martes por teléfono para informarle de la situación, por la que estaba "muy preocupado también".
Según Moratinos, Yang fue "bastante transparente porque no ocultó las cifras absolutamente terroríficas" que han dejado los disturbios del domingo pasado en la región de Xingiang (oeste del país) y que ascienden a 156 muertos y más de 1000 heridos.
El hecho de que el propio presidente chino, Hu Jintao, abandone Italia, donde iba a participar en la cumbre del G-8, y regrese a China "demuestra la gravedad y la tensión que se está viviendo en la región", añadió Moratinos. El jefe de la Diplomacia española abogó, en nombre de España y en el de la UE, por una "solución política dialogada pacífica" y por que estos "incidentes tremendos no vuelvan a suceder".