El Gobierno ha entregado 17.815.898 millones a Moratinos para pagar sus viajes ministeriales desde el año 2005. Esta cifra se divide en dos partidas, la primera para el ejercicio 2005-2009, que asciende a 5.924.670 euros, y la segunda, de 11.891.228 euros y para 2009-2012. Esta última cantidad supone un aumento del 110% respecto a la anterior.
Un incremento, prosigue el diario, que se dispara hasta el 400% si se compara con las cantidades asignadas por el Ejecutivo del último Gobierno del PP, que sumaba 2.861.831 euros en el año 2000.
Asimismo, los gastos en viajes de la gencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo son de 5.500.000 euros, suponen un incremento del 52% respecto a los 3.618.752 euros aprobados por el PP en 2003. Algunos viajes de ministro generan inquietud por su posible necesidad.
A modo de ejemplo, en junio de 2006 Moratinos fue a Cabo Verde, Gambia y Mauritania para impulsar acuerdos de control de flujos migratorios, y que no evitó que más de 17.000 inmigrantes llegaran con sus pateras a España al año siguiente.
En agosto de 2006, recuerda La Gaceta, el ministro se dirigió a Damasco a petición de Israel para llevar a cabo una misión imposible: asegurarse de que ni Siria ni Irán tenían intenciones bélicas contra Israel ni pretendían reocupar el Líbano y sondear si Siría aceptaría el desarme de los terroristas de Hezbolá.
También visitó al ecuatoriano Rafael Correa en febrero de 2009, con el fin de favorecer "pero no negociar" la situación de la petrolera Repsol en el país. Correa aceptó recibir un total de 445 millones de euros más intereses en un plazo de cinco años además de una inversión de 174 millones.
Las visitas al extranjero más polémicas de Moratinos son, sin embargo, las referidas a sus viajes anuales a Cuba, que se producen desde 2007. Allí se ha reunido repetidas veces con Raúl Castro para charlar acerca de derechos humanos en la isla.
O la de 2009 a otro dictador, en otro caso Teodoro Obiang, en Guinea Ecuatorial, realizada para pedir "más pluralismo". Moratinos guardó, eso sí, silencio sobre las violaciones de los derechos humanos que denuncia Human Rights Watch, así como el encarcelaciones de políticos, secuestro de opositores en países vecinos y ejecuciones extrajudiciales en el extranjero.
Tal y como recuerda La Gaceta, Moratinos también viajó a Rabat en noviembre del año pasado, pero no abordó la cuestión de Aminatu Haidar, en huelga de hambre en Lanzarote en esas mismas fechas.