Según informa El País, el Ministerio de Exteriores está sorprendido y desconcertado ante la avalancha de quejas por parte de Marruecos. El departamento contestó en julio a los dos primeros comunicados, pero ha hecho oídos sordos a los últimos porque Moratinos "no quiere entrar en una espiral de réplicas y contrarréplicas que no conduce a ninguna parte". Consideran que la tensión obedece a las órdenes de Mohamed VI, el rey absolutista marroquí.
El último comunicado de protesta se produjo ayer y lo difundió la agencia oficialista MAP. En él, Rabat exige "respuestas precisas sobre los distintos casos de derivas racistas cometidas por elementos de policía y seguridad españoles, contra ciudadanos marroquíes, en el punto de paso de la ciudad ocupada de Melilla o contra ciudadanos subsaharianos hermanos".
Mohamed VI expresa su sorpresa ante la falta de respuesta oficial por parte del Ministerio de Exteriores ante las reiteradas denuncias "probadas de violencia física, cometidas por agentes españoles de autoridad, contra diecisiete personas que sufrieron múltiples heridas y traumatismos". "El Gobierno de Su Majestad el Rey", destaca el comunicado, "no podría aceptar que su palabra se ponga en duda, de este modo, ante casos de violencia probada, a través de informaciones de fuentes no oficiales destiladas y comentadas así".
Esta situación se suma a las concentraciones de protesta que se están produciendo en los últimos días ante edificios españoles en Marruecos, como la Embajada de Espaañ, los consulados de Nador y Tetuán o el Instituto Cervantes.
El PSOE presumió de haber arreglado las relaciones con el vecino magrebí tras los enfrentamientos de los gobiernos de Aznar con el monarca marroquí. No obstante, desde hace ocho meses, Marruecos carece de embajador en España.
Zapatero, en rueda de prensa tras su encuentro de hoy con el Rey, dijo que "siempre ha mantenido el principio de tener buenas relaciones con Marruecos porque hay muchos intereses que nos unen y lo vamos a mantener". Dijo que el Gobierno aclarará las acusaciones de racismo que hace Marruecos y mostró su convencimiento de que las Fuerzas de Seguridad actúan con la máxima corrección. "Estamos esperando y deseando que esté aquí el embajador. Nos une una buena relación y nos va a seguir uniendo".