El monarca alauí está dispuesto a aprovechar la debilidad del Ejecutivo para forzar un nuevo conflicto que obligue a Zapatero a retomar espinosas cuestiones como las de Ceuta y Melilla y el conflicto del Sahara.
Según La Razón, esta nueva iniciativa de Mohamed VI se produjo el mismo sábado a través de dos incidentes contra sus ciudadanos en la frontera, que fueron calificados desde Marruecos como un "peligroso giro racista".
Ayer mismo, Rabat acusó a la Guardia Civil de abandonar ocho subsaharianos frente a sus costas. En un mes, expone La Razón, el Gobierno marroquí no ha dejado de denunciar supuestas agresiones policiales, hasta cinco en el último mes. En una de ellas, la última semana, el Ministerio de Exteriores marroquí de Fassi Fihri elevó una queja formal e incluso convocó al embajador español Luis Planas por el supuesto maltrato a un joven en la frontera de Melilla.
No obstante, las autoridades marroquís se cuidan mucho de cuestionar al Ejecutivo de Zapatero, y cargan contra la "represión" de las fuerzas de seguridad fronterizas, explica La Razón. Quieren, según la información de Macarena Gutiérrez, tensar la cuerda pero no romperla.
España reaccionó rechazando la versión marroquí y anunció una investigación, pero no cuestionó términos como "ciudad ocupada", tal y como se califica a Melilla en el documento de queja de Rabat. "Desde el punto de vista internacional, es importante la conducta del Gobierno español, y a que pudiendo reaccionar a que se cite Melilla como "ocupada" no lo hace, y eso implica consentimiento", dicen fuentes diplomáticas consultadas por La Razón.
El diario recuerda, asimismo, que durante la huelga de hambre de la activista Aminatu Haidar nadie en el Gobierno español se refirió al Sáhara Occidental como zona ocupada. Y pese al quebradero de cabeza, Marruecos tampoco consiguió avances en este sentido, lo que ha podido llevar a Mohamed VI a reforzar la presión por este territorio y por Ceuta y Melilla.
La manifiesta debilidad de Zapatero está así siendo aprovechada a la perfección por Marruecos. Mientras la UE celebraba en Madrid la cumbre con América Latina en la que Obama plantó a Zapatero, Mohamed VI reclamó diálogo par aponer "fin a la ocupación de Ceuta y Melilla", el mismo diálogo que Felipe González prometió a Hassan II, que Aznar rechazó de base, y que ahora el actual rey sigue tratando de obtener. Mohamed VI trata de exprimir la última etapa de Zapatero en la Moncloa para dialogar, ya que la llegada de un inquilino del PP a la misma no ayudaría a sus aspiraciones.