El anuncio realizado el año pasado por el pastor Terry Jones de quemar ejemplares del Corán en el aniversario de la matanza del 11-S ha sido la excusa. Jones, que desistió de su iniciativa debido a la polvareda levantada por su decisión, fue sin embargo apoyado el pasado 20 de marzo por otro pastor, el protestante Wayne Sapp, que quemó un ejemplar del libro sagrado en una iglesia de Florida.
Ahora, y durante las protestas organizadas en Afganistán por este hecho, han asesinado al menos a siete trabajadores de la ONU y cuatro civiles. Ha ocurrido en la ciudad de Mazar-i-Sharif (norte de Afganistán), en el transcurso de violentas protestas.
Tras la oración del viernes, miles de personas se echaron a las calles en la ciudad, la más importante del norte afgano y apedrearon la sede local de la misión de la ONU en el país (UNAMA).
Según dijo un portavoz regional en la ciudad, Lal Mohamad Ahmadzai, la protesta fue al inicio pacífica, pero más tarde varios manifestantes comenzaron a disparar y mataron a siete trabajadores de la ONU e hirieron a decenas de civiles.
Una fuente citada por la agencia afgana AIP aseguró, sin embargo, que los manifestantes lograron reducir a los guardas del edificio y les quitaron las armas, tras lo cual prendieron fuego a la sede de la organización internacional.
Por el momento, se desconoce cuáles son las nacionalidades de los fallecidos.
De acuerdo con Ahmadzai, las fuerzas de seguridad afganas se han hecho con el control de la zona y han abierto una investigación sobre los hechos, tras detener a varios de los manifestantes.