Todo comenzó este viernes con el anuncio del regreso de Aminatu Haidar al Sahara en un avión medicalizado. Marruecos, según anunció Exteriores, había concedido al avión los permisos de vuelo para que aterrizara en el Sahara. Como consecuencia, la activista abandonó su huelga de hambre. La alegría del Gobierno, sin embargo, duró poco: tras constatarse que el avión no despegaba, se anunció que Marruecos había decidido en el último momento retirar los permisos y no autorizar así el regreso de Haidar.
El jefe del gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores español, Agustín Santos, indicó que se tenían todos los permisos para realizar este viaje y que la activista saharaui contaba con un salvoconducto especial. Sin embargo, a última hora se comunicó desde Marruecos al comandante de la aeronave que había que contar con un permiso escrito que estuviera con 24 horas de antelación en manos de la torre de control de la principal ciudad del Sáhara Occidental del plan de vuelo para poder aterrizar.
Así las cosas, desde Exteriores se anunció la intención del Gobierno de intentarlo de nuevo un día después. Sin embargo, Marruecos, a través de una nota de la embajada, remarcó este sábado que, en realidad, nunca dieron permiso a las autoridades españolas para que el avión que trasladaba a Haidar aterrizase en el Sahara.
Las autoridades marroquíes manifestaron su "sorpresa" por la situación creada. Y destacaron que nada había cambiado respecto a sus posiciones anteriores. Además, detallaron que el Gobierno español conocía su posición desde las 19 horas del viernes. En ese momento, según el relato de Rabat, el ministro de Exteriores marroquí contestó a la petición de los permisos de vuelo transmitida al embajador de Marruecos por el departamento de Moratinos. La respuesta fue negativa.
Tras estas afirmaciones de Marruecos, el jefe de Gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, confirmó en rueda de prensa desde Lanzarote que Rabat no iba a autorizar la llegada del avión de Haidar. Santos aprovechaba, además, para hacerle una nueva oferta a Haidar: quedarse en España como refugiada y disponer para ello de una casa además de permiso para que sus hijos la visitaran hasta que la situación se resolviera. Santos añadió que el Gobierno lamenta "profundamente esta decisión" de Marruecos y apuntó que es "voluntad" de Exteriores continuar en la búsqueda de un acuerdo entre las partes "que sea justo".
Después, el propio Santos trató de aclarar en algo la confusión en torno a los permisos concedidos y después arrebatados por las autoridades marroquíes. Según indicó, en realidad nunca hubo autorización diplomática para el retorno de Haidar sino que los permisos fueron emitidas por "sistema de control de vuelo", es decir, sin que mediaran contactos de alto nivel de ambos países.
Según indicó, desde Exteriores no se consideraba necesaria dicha autorización diplomática. Primero, porque Haidar iba a regresar a su país y la ampara el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que dice que nadie "podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país". Segundo, porque se había informado a Marruecos de la llegada de la activista mediante una nota verbal. Y tercero, porque todos los permisos de vuelo habían sido concedidos.
Un portavoz de Exteriores, sin embargo, daba a Efe una versión algo distinta. Apuntaba que sí se disponía de "permiso administrativo" para el aterrizaje de Haidar y que después hubo una "contraorden".
En cualquier caso, pese a lo ocurrido el viernes y al cruce de declaraciones de este sábado, el Gobierno no va a quejarse ante Rabat. Fuentes cercanas al Ejecutivo consultadas por Europa Press han rechazado la posibilidad de que se eleve una protesta. El motivo, que consideran indispensable para solucionar el problema la negociación con Marruecos y esta se dificultaría con medidas diplomáticas.
Exigen nuevos mediadores
Mientras, la activista saharaui ya ha anunciado su rechazo a la nueva oferta del Gobierno con acusaciones muy duras al papel de España. Haidar ha afirmado que nuestro país, en "complicidad" con Marruecos, la está empujando "hasta la muerte" y ha retomado su huelga de hambre. Desde el PP, han comenzado a llegar críticas: el diputado Rafael Hernando ha hablado de "torpeza" y la Comunidad de Madrid ha manifestado que su papel "avergüenza" a los españoles.
También se ha sumado a las críticas la Plataforma de Apoyo Aminatu Haidar, que ha arremetido contra el Gobierno español al afirmar que el traslado previsto en un avión era un "plan urdido" sin el respaldo de Marruecos para dejar a Haidar en el aeropuerto de El Aaiún sin protección.
En un manifiesto leído por el actor Willy Toledo, se afirma que el intento de traslado de este viernes no contó en ningún momento con la autorización de Marruecos. Toledo ha denunciado "el engaño y la mentira" con que actuó Santos, "que prometió a Aminetu Haidar que toda la operación estaba consentida por ambos gobiernos".
Por este motivo, y ante la "ineficacia absoluta" del equipo de mediadores enviado al aeropuerto para resolver la cuestión y la "inoperancia que está mostrando", la Plataforma ha pedido su "recusación inmediata" y exige "la llegada de otro tipo de mediación".