Marruecos es un competidor duro para España y que nos viene emplazando en una serie de retos de los que siempre hemos salido vencidos, militar, diplomática y comercialmente. Y esta situación es consecuencia en parte de la ceguera con que opiniones como la de este artículo abordan la situación marroquí. Ceguera poblada de prejuicios, infantil, torpe y desinformada, porque para gestionar la realidad no existe nada mejor que observarla sin prejuicios en lugar de imaginarla. Pero Uds. siguen imaginando la realidad y adaptándola a sus prejuicios, contribuyendo al oscurecimiento. Una estrategia torpe, que solo conduce a continuar la historia de fracasos para España de las relaciones entre España y Marruecos.
Independientemente de la evaluación que Uds. hagan sobre las propuestas de reforma anunciadas por el rey de Marruecos hace unos días, a mi entender y el de muchas personas que conocen la dinámica política árabe, un planteamiento osado y valiente del rey MohamedVI, la manifestación del pasado domingo en Casablanca, estaba formada por un puñado de jóvenes anti sistema o antiglobalización, y un nutrido grupo de islamistas radicales ilegalizados en el país. Los dos grupos no representan a nadie, y la policía intervino cuando otros grupos de marroquíes empezaron a increparlos y los vecinos les tiraban huevos, tomates, pintura, etc. La manifestación estaba permitida como concentración, pero los manifestantes se empeñaron en que querían convertirla en marcha, con lo que se situaron en un comportamiento ilegal y camorrista. Objetivo; montar follón.
Puede ser que la policía se pasara algo, no lo sé. Unos dicen que si otros que no, pero lo que es cierto es que esas 200 personas no representan a nadie, no son demócratas sino totalitarios de extrema izquierda o islámicos y que su único objetivo es montarla. Además se saltaron la legalidad. Una especie de kaleborroka o de la pandilla que el otro día profanó una capilla en la universidad Complutense de Madrid.
Si para Uds. estos son los representantes de las libertades, apaga y vamonos.
Les repito: No subestimen Uds. la competencia. Es mejor analizarla con rigor que imaginar sus debilidades.
Se acabó la reforma, ahora lo de siempre: ¡palo y tente tieso!
Mal le deben ir las cosas al sátrapa cuando apalea a los suyos.¿Se habrá vuelto "demócrata" repentinamente?.