L D (EFE) Un movimiento sísmico se ha registrado a las 19.42 hora local (17,42 GMT) de este martes en la ciudad de L'Aquila de 5,3 grados de magnitud en la escala de Richter que se ha sentido también en Roma, informa Protección Civil italiana. La profundidad del terremoto ha sido 13,1 kilómetros, a 70 kilómetros al oeste de la ciudad adriática de Pescara en la región de Los Abruzos y con cinco décimas menos de magnitud en la escala Richter del que devastó L'Aquila la madrugada de este lunes.
El epicentro ha sido localizado en la zona comprendida entre los municipios de San Panfilo, D'Ocre, Fossa, San Eusanio y Forcenese en Los Abruzos. El seísmo ha hecho caer partes de la iglesia de las Almas Santas en la Plaza del Duomo de L'Aquila, cuya cúpula estaba parcialmente derruida, además de escombros de los edificios dañados por el terremoto de la madrugada de este lunes.
El temblor ha hecho caer los contenedores de agua que se había instalado en la estación de trenes de la capital de los Abruzos. Patricia P., dueña de una pizzeria del centro L'Aquila, dijo a Efe que escuchó un fuerte estruendo previo al terremoto y que la gente se ha echado a correr entre las ruinas presa de un pánico tremendo.
Los bomberos que trabajan en Santa Rufina de Roio, en las afueras de la ciudad italiana de L'Aquila, han desmentido que se haya producido una víctima mortal. Así lo han comprobado después de finalizar las tareas de búsqueda donde en un principio los medios de comunicación italianos informaron de que se había producido una nueva muerte, como consecuencia de la poderosa réplica de esta tarde. Según informan los medios de comunicación locales, fue una falsa alarma que una persona se encontrara entre los escombros de un edificio que se derrumbó este martesen Santa Rufina de Roio.
Réplicas del terremoto
Los sismos se vienen produciendo desde la madrugada este lunes en que un terremoto sacudió la región de los Abruzos en el centro de Italia con una magnitud de 5,8 grados en la escala de Richter con un resultado de 228 muertos y 1.000 heridos. Anoche se registró otro sismo a las 01.15 horas (23.15 GMT del lunes) que tuvo una magnitud de 4,8 grados.
Durante el día de este martes se han registrado dos fuertes temblores, de 3,6 y 4,3 grados de magnitud respectivamente en la escala de Richter en la ciudad de L' Aquila. El primer temblor se produjo hacia las 11,24 hora local (09,24 GMT) de una magnitud de 3,6 grados en la escala de Richter, le ha seguido otro dos minutos más tarde de 4,7 grados que ha provocado un enorme pánico entre la población, según fuentes de Protección Civil. El epicentro de estos dos últimos estuvieron en L'Aquila, Collimento y Villa Grande.
Habían comenzado los derribos controlados
Los equipos de rescate comenzaron a realizar derribos de los edificios que amenazan derrumbe en L'Aquila. Ya han encontrado los cadáveres de los cuatro estudiantes sepultados bajo los escombros de una residencia. Mientras, el español que había desaparecido ha sido localizado en un hospital. Italia entera aguarda conocer la identidad de las víctimas del terremoto que el lunes sacudió el centro del país. La publicación de las listas de muertos, heridos y desaparecidos estaba prevista para esta tarde pero Protección Civil se retrasaba en cerrarlas.
Por el momento, el balance oficial se sitúa en 207 muertos, según informó esta mañana el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en una rueda de prensa celebrada en L'Aquila, durante la segunda jornada de trabajos de desescombro.
Los equipos de rescate hallaron este martes los cadáveres de los cuatro jóvenes desaparecidos en una residencia estudiantil de L'Aquila. "Están muertos los cuatro estudiantes bajo los escombros de la Casa del Estudiante. Es una tragedia", confirmó el rector de la Universidad de L'Aquila, Ferdinando di Orio. El caso de estos cuatro jóvenes es uno de los que más ha llamado la atención de Italia, que asiste consternada a la tragedia que afronta el país desde este lunes, tras el terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter que ha asolado la región de Los Abruzos.
El seísmo, registrado alrededor de las 03.30 hora local (01.30 GMT) del lunes ha causado cerca de mil heridos, cien de ellos de gravedad, y unos 17.000 evacuados.
Por el momento, y cuando parte de los vecinos de L'Aquila denuncian que la tragedia podría haberse evitado ya que en los últimos meses se habían registrado varios temblores de tierra, la Fiscalía de la ciudad italiana ha abierto una investigación para estudiar posibles responsabilidades en los derrumbamientos de los edificios tras el terremoto
Para ayudar a los afectados por la tragedia, el director de la Agencia Tributaria italiana, Attilio Befera, anunció en declaraciones a Radio 1 que han sido suspendidos los pagos de impuestos locales y nacionales para los municipios damnificados.
Mientras tanto, Protección Civil avisa a los vecinos que no hagan caso de unos mensajes enviados por teléfono móvil en el que eran alertados de un nuevo terremoto que se avecinaba lo que ha provocado escenas de pánico y ha obligado a la institución a desmentir la falsa alarma a través de los medios de comunicación.
Berlusconi pide ayuda a Obama
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi se encontraba esta tarde visitando a los evacuados en la localidad de San Demetrio, situada a las puertas de la ciudad de L'Aquila, cuando recibió una llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"Si los Estados Unidos quieren dar un signo tangible de su proximidad con Italia podrían tomarse la responsabilidad de la reconstrucción de los bienes culturales y de la iglesia", aseguró el primer ministro a los periodistas. Preguntado por los periodistas sobre la respuesta de Obama, Berlusconi afirmó que el presidente de EEUU ha aseverado que "es una óptima idea de la que hablaremos" cuando el primer ministro italiano viaje a Washington.
La llamada ha sido confirmada por la embajada de Estados Unidos en Italia, que ha emitido una nota en la que añade que Obama ha expresado a Berlusconi "sus profundas condolencias, y las del pueblo americano, por las víctimas del terremoto".
Berlusconi se ha mezclado entre las gentes de San Demetrio, estrechando manos, acariciando niños que -en medio de la tragedia- gritaban: "Adelante el Milán" y a quienes Berlusconi respondía: "Valientes!, pero dile a tu madre que te lleve al mar, que allí hay hoteles". El primer ministro ha insistido a los concentrados en que se vayan, de invitados, a la costa: "Es Pascua, estad tranquilos, nosotros hacemos el inventario de las casas dañadas, y vosotros tomaros unos días, pagamos nosotros".