A mediados de este mes de marzo, Néstor Kirchner recuperó el poder del Partido Justicialista (PJ) con la clara intención de volver a la presidencia en el momento que su mujer, Cristina Fernández, concluya su periodo en la Casa Rosada en 2011. Aquel día, el ex presidente, embriagado de poder, declaró que estaban listos para gobernar Argentina hasta 2020, unas palabras muy similares a las que suelen decir los bolivarianos como Hugo Chávez.
Estas declaraciones provocaron que un importante grupo de "justicialistas" se mostraran contrariados y muchos ni siquiera acuderon a su acto de asunción. Entre ellos Carlos Reutemann, Juan Schiaretti (gobernador de Córdoba), Jorge Busti y Juan Carlos Romero ex gobernadores de Entre Ríos y Salta respectivamente. El ex presidente Eduardo Duhalde aseguró que Kirchner es "un adicto al poder y al dinero, y los enfermos tienen ese tipo de actitudes" y agregó que "Nos avergüenza el doctor Kirchner, no sólo a los justicialistas sino también a los argentinos".
Pero las ideas de Kirchner no parecen quedarse ahí. Pese a que viene siendo investigado por la justicia para determinar si el 672% que aumentó la fortuna del matrimonio responde a enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, el ex presidente tiene un nuevo objetivo en su agenda política: la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Por lo pronto ya parece tener el respaldo de una parte de Sudamérica. Evo Morales mostró este lunes su total apoyo a su candidatura. El presidente boliviano dijo que "estoy convencido de que la integración de la Unasur va de manera acelerada, y quiero expresar mi apoyo para que el ex presidente argentino Néstor Kirchner sea el secretario general de la Unasur, de esta manera a la cabeza del compañero y ex presidente Néstor Kirchner se integre y se acelere este proceso de integración de Sudamérica".
No hay muchas dudas de que este abierto apoyo está dirigido desde el Palacio de Miraflores en Caracas y es muy posible que muy pronto Hugo Chávez lo respalde. Sería la segunda vez que el argentino lo intenta ya que en 2007 fue uno de los candidatos pero países como Colombia, Perú y Uruguay se opusieron fuertemente. En el caso de este último país, Tabaré Vázquez fue enérgico sobre todo por el conflicto que mantenían ambas naciones por la instalación de una planta papelera en la ribera uruguaya.
Desde argentina también ha nacido una corriente en contra de esta designación. La opositora Elisa Carrió -diputada por la Coalición Cívica- indicó que una eventual elección de Kirchner al frente de la Unasur "sería una tragedia para América que Kirchner sea nombrado al frente del Unasur porque es importante que ese cargo sea para un hombre democrático" y dijo que sería como si fuera designado Hugo Chávez. Además, apuntó que "hay que tener mucho cuidado con las instituciones que nacen, porque las personas que son puestas son fundacionales. Las pueden hacer morir o crecer, y sería una tragedia para América".