En este primer avión viajaban los seis presos con problemas de salud y cuya situación, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, era incompatible con su permanencia en prisión, así como de sus familiares. Se trata de Omar Ruiz Hernández, Antonio Vilarreal Acosta, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque, Ricardo González Alfonso y Lester González Pentón, quienes habían sido condenados a penas de entre 15 y 24 años.
Además, está confirmado que Pablo Pacheco Avila, también se encuentra en Madrid, aunque ha llegado posteriormente a sus compatriotas, en un vuelo distinto.
Está previsto que en los próximos minutos algunos de estos presos, que fueron detenidos durante la ola represiva de la Primavera Negra en marzo de 2003, ofrezcan una rueda de prensa junto con el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo Delaiglesia. Además, hasta el aeropuerto se han desplazado a recibirles la representante en Europa de las Damas de Blanco, Blanca Reyes, y la escritora Zoe Valdés.
Estos siete presos de conciencia –que forman parte del total de 20 que según el Arzobispado de La Habana ya han aceptado viajar a España a su salida de prisión– pasarán dos días en Madrid alojados en distintos hoteles hasta que el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), Cruz Roja y ACCEM –una ONG que presta ayuda a refugiados e inmigrantes– se hagan cargo de ellos y les repartan en centros de acogida que tienen por distintos puntos del territorio. Estas ONG se han ofrecido a dar alojamiento, manutención y asesoría para que puedan encontrar un empleo a los presos cubanos que viajen a España.
En una rueda de prensa multitudinaria a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas, uno de los disidentes desterrados, Julio César Gálvez, ha leído un comunicado en nombre del resto de sus compañeros en el que afirman que la apertura del proceso de diálogo entre el régimen castrista y la Iglesia cubana que ha permitido su salida de la cárcel "ha sido posible por la lucha y el apoyo decidido de miles de cubanos en aras de la libertad, la democracia y la paz". Dijo que continuarán su lucha "desde el exilio" por que "Cuba quiere el cambio".
Dentro de esta lucha, han dirigido una mención especial al "martirologio de Orlando Zapata, la demanda de Guillermo Fariñas por 135 días de huelga de hambre" y "la fe y la resistencia inquebrantable de las Damas de Blanco y el exilio cubano (...) con la participación importante de la Iglesia cubana".
Gálvez también ha dado gracias en nombre de sus compañeros al Gobierno español por su "condición de acompañante" en este diálogo. En respuesta a una pregunta de los periodistas, otro de los liberados, Ricardo González Alfonso, ha asegurado que no se consideran "manipulados" por el régimen castrista.
El secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, que compareció junto a ellos, señaló que el Gobierno español trabajará "para facilitar su integración en la sociedad española".