L D (EFE) "Hasta ahora, el navío no ha informado de ningún hallazgo, pero hay que tener en cuenta que la región que tiene que barrer es muy extensa y las condiciones normales del mar dificultan la observación", declaró el contraalmirante Savio Nogueira, director de comunicación social de la Marina brasileña.
Un buque patrulla que zarpó el lunes de la ciudad de Natal empezó a inspeccionar una extensa zona del océano Atlántico en la que han sido avistados desde el aire restos del avión francés. Los restos han sido vistos flotando a unos 90 kilómetros del archipiélago de Sao Pedro y Sao Pablo, formaciones rocosas deshabitadas a 1.296 kilómetros de la ciudad de Recife, nordeste de Brasil.
"El buque llegó al área y ahora tendrá que dedicarse a la búsqueda de los restos y de posibles sobrevivientes. Esperamos resultados en cualquier momento", agregó el contraalmirante.
La embarcación deberá hacer un "barrido muy grande. El primer paso es localizar los restos para después comenzar a recogerlos", dijo la fuente brasileña.
El oficial afirmó que las condiciones marinas normales en la región, con fuertes corrientes y olas de hasta 2 metros, dificultan la búsqueda, pero que en este momento no hay condiciones meteorológicas adversas que puedan complicar aún más los trabajos. "El tiempo en alta mar siempre trae dificultades, pero no hay condiciones que impidan la búsqueda. Las condiciones son normales", dijo.
Agregó que tras la llegada del primer navío ahora se espera para el jueves la de una fragata y una corbeta que partieron el lunes de Recife y Salvador. Otra fragata que zarpó el martes desde Río de Janeiro llegará a la zona del accidente aéreo el sábado, y un buque mercante que igualmente partió la víspera de esa ciudad lo hará el lunes próximo.
La llegada del primer navío se produjo pocas horas después de que la Fuerza Aérea Brasileña confirmara haber encontrado nuevos restos del avión, incluso una pieza de casi 7 metros de diámetro que puede ser parte del fuselaje. Los nuevos restos fueron localizados por radar y avistados por pilotos militares a unos 90 kilómetros al sur del lugar donde fueron hallados el martes un asiento y una boya que, según el Gobierno brasileño, pertenecen a la aeronave siniestrada.
En la búsqueda participan once aeronaves, incluido un avión de patrulla marítima de Estados Unidos y un Falcon 50 de Francia.