La entrevista se emitió en Univisión el 5 de diciembre de 1998, antes de alcanzar por primera vez al poder. Con la clara intención de congratularse con sus posibles votantes, el golpista se esfuerza en sonreír al contestar al periodista que no sabe por qué le tienen miedo algunos sectores del país.
Chávez, que desde que llegó al poder procuró servirse de él para poder perpetuarse en el gobierno venezolano, afirmó, sin sonrojarse, que estaría "dispuesto a entregarlo" si resulta "que a los dos años soy un fiasco" o comete "un delito que justifique mi salida del poder".
El Chávez del "¡exprópiese, exprópiese!", también dijo en 1998 ante las cámaras de Univisión que "no hay intención de nacionalizar absolutamente nada". "Estamos dispuestos a dar facilidades a capitales privados internacionales para que vengan aquí a invertir", llegó a decir el presidente, que desde que ganó las elecciones se dedicó a justo lo contrario. Entre los numerosísimos ejemplos de ello, cabe destacar las últimas amenazas a nuestro país por el caso del auto del juez Velasco, refiriéndose a los intereses españoles en Venezuela.
También mintió Chávez en cuanto a su relación con los medios. El presidente que no ha dudado en amedrentar e incluso cerrar cadenas y emisoras contrarias a él, contó en la entrevista que "basta con el medio de comunicación que tiene el Estado", descartando nacionalizaciones, y habló incluso de "ampliar" el sector privado.
También se presentó como un presidente de concordia en América, prometiendo llevarse bien con todos los países incluidos los Estados Unidos a los que no ha dejado de insultar desde que es presidente. "No soy un diablo, voy a trabajar con los mejores lazos de hermandad, a trabajar conjuntamente con todos los países de América latina, de América del Norte y del mundo entero".
El colmo llegó al término de la entrevista, donde reconoce que "Cuba es una dictadura". Eso sí, rechazó condenar al régimen.