La policía iraní liberó este lunes al cónsul de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, tras mantenerlo cuatro horas y media retenido en una comisaría para extranjeros, informaron a Efe fuentes diplomáticas.
Según las fuentes, el diplomático fue arrestado por seis hombres de paisano a las puertas de la legación diplomática española en la capital iraní, que este lunes fue escenario de manifestaciones de la oposición que habían sido prohibidas por el régimen.
Junto a Pérez Cambra, fue detenido uno de los conductores de la embajada, añadieron las fuentes, que sin embargo evitaron indicar las razones por las que el cónsul español fue abordado por los agentes. El diplomático se encuentra en buen estado de salud en su domicilio.
Enfrentamientos entre la policía y la oposición
Al menos una persona ha muerto y varias han resultado heridas en las manifestaciones de la oposición en Teherán, informó la agencia de noticias local Fars. El medio, que cita fuentes anónimas propias, no detalla en qué lugar de la capital se han producido los incidentes y se limita a indicar que fueron víctimas de armas de fuego.
Según informaron diversos testigos, en los duros enfrentamientos la policía usó gases lacrimógenos y balas de fogueo para dispersar a la muchedumbre que de forma silenciosa había ocupado la plaza Azadí, en el suroeste de la ciudad. Hasta el momento, no hay informaciones fiables sobre si en los disturbios se han producido víctimas ni sobre el supuesto número de detenidos.
Algunos de los manifestantes, muchos de los cuales eran hombres mayores que acudieron junto a sus esposas e hijos, gritaron consignas como "muerte al dictador", agregaron los testigos.
Teherán amaneció este lunes tomada por las fuerzas de seguridad en respuesta a la decisión de la oposición iraní de manifestarse en favor de los alzamientos en el norte de África, pese a que las autoridades habían advertido de que la marcha estaba prohibida.
Desde primera hora de la mañana, agentes y voluntarios islámicos "Basij" vestidos de civil patrullaban los accesos a las avenidas Enguelab (revolución) y Vali-e Asr, escenario en junio de 2009 de multitudinarias marchas populares contra la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición calificó de fraudulentas. Entonces, nada más conocerse el resultado, cientos de miles de personas se echaron a las calles de todo el país para apoyar la denuncia de la los líderes de la oposición reformista, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, de que se había producido "un fraude masivo".
En la violenta represión de aquellas manifestaciones, que duraron varios meses, perdieron la vida decenas de personas y miles fueron encarceladas. Más de un centenar han sido desde entonces juzgadas y condenadas a diversas penas de prisión, e incluso a muerte, acusadas de conspirar con fuerzas extranjeras para tratar de derribar al régimen.
La "hipocresía" del régimen iraní
Tras meses de silencio, la oposición iraní colgó este fin de semana un comunicado en la página web Kaleme.org, afín a Musaví, en el que instaban a la población a manifestarse hoy lunes en el centro de Teherán.
En la nota, los opositores critican, además, la "hipocresía" del régimen iraní, que ha apoyado públicamente los alzamientos en el norte de África al tiempo que impide las manifestaciones en su propio territorio. Las web denuncian, igualmente, que tanto Musaví como Karrubí han sido confinados e incomunicados por las fuerzas de Seguridad en sus casas, en un intento por impedir la manifestación.
"Varios coches de Policía han cortado los accesos en la calle. Además, las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, de Musaví y de su esposa Zahra Rahnavard están cortadas desde el domingo", explicó la página Kaleme.org
La oposición se queja, asimismo, de que el régimen ha emprendido una campaña de intimidación que en la última semana ha culminado con cerca de una veintena de arrestos. Además, las autoridades han censurado diversas páginas web de noticias internacionales y tratado de distorsionar la emisión de los canales por satélite.
En este sentido, la oficina encargada de asuntos de prensa ha comunicado este lunes con insistencia a los periodistas extranjeros que la marcha no está autorizada, por lo que carecen de permiso para informar desde la calle.