L D (Europa Press) Saberi se declaró muy feliz a su salida de la prisión donde permaneció cuatro meses acusada de espionaje, y aunque siempre negó los cargos que se le imputaban, el domingo reconoció que "había cometido un error y tuvo acceso a documentos a los que no debió acceder.
La reportera se mostró sorprendida al ver el compromiso de la comunidad internacional por su caso y agradeció a todos los que se habían movilizado por ella y se habían volcado con su familia. En ese sentido, la administración estadounidense aplaudió la decisión del tribunal iraní de apelaciones de concederle la libertad condicional y de anular la pena inicial de ocho años, gesto que calificó de "humanitario".
Saberi, nacida en Estados Unidos, vivió en Irán los últimos seis años donde trabajó como periodista para la BBC y para la Radio Nacional Pública estadounidense. Fue detenida el pasado mes de febrero por trabajar en Irán después de que expirasen sus acreditaciones de prensa.