Según informaron fuentes de Naciones Unidas en la capital afgana, el organismo va a reducir la cifra de trabajadores en el país centroasiático de 1.300 a 400, "con efecto inmediato" y será el organismo internacional determinará el personal que será necesario para seguir adelante con los programas en el país. "Volveremos a traer a los funcionarios de vuelta tan pronto como nos lo permita la situación", declaró la fuente.
Por otro lado, el portavoz de la ONU Aleem Siddique precisó que la mitad de la plantilla que trabajan en el país centroasiático, es decir unos 600 empleados internacionales, serán trasladados a las zonas menos peligrosas de Afganistán, debido a la guerra que se está librando contra la violencia talibán y de los milicianos extremistas.
En un comunicado remitido a Reuters, Naciones Unidas indicó que ofrecerá más detalles sobre la medida y añade que "concretará el lugar al que serán remitidos algunos de los trabajadores mientras se toman las medidas de seguridad necesarias".