El pasado sábado una sorprendente encuesta convulsionó a la escena política francesa. Le Parisien aseguraba, a través de un sondeo, que la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, estaría por delante del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
La hija de Jean-Marie Le Pen lograría un 23% intención de voto, Sarkozy un 21% y la socialista Martine Aubry otro 21%. Las cifras causaron auténtica conmoción, y arreciaron las críticas. Los incrédulos explicacaban los datos porque no habían incluido a otros candidatos socialistas más populares. Y es que, en la clave de todo está que salvo Le Pen, ni Sarkozy ni por parte del PS han aclarado cuál serán sus candidatos para las presidenciales de 2012.
Haciendo caso a los críticos, Le Parisien ha incluido a otros candidatos para realizar un retrato más adecuado a la realidad. Y el resultado ha sido...el mismo. El diario ha incluido al socialista Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional, y posible presidencialista, y a François Hollande, ex primer secretario del PS. Y aún así, Le Pen sigue siendo clara e indiscutible favorita. Sarkozy saldría escaldado, quedando eliminado de la primera vuelta, una auténtica catástrofe para el UMP.