Eduardo Enrique Reina, que ocupó del cargo de secretario privado y también subsecretario del Ministerio de Exteriores, eligió la embajada española para buscar protección por el claro apoyo que profesa el Ejecutivo español a Zelaya y no al actual presidente Micheletti.
Según ABC, desde la Embajada se aceptó la petición, y se le acogió en la Chancillería, para después traslarle a la residencia del embajador, Ignacio Rupérez, para una mayor seguridad. Posteriormente, Zapatero llamaría por primera vez a consultas a un embajador, y Rupérez tomó un avión en dirección a Madrid.
En ese momento, el vicecanciller hondureño aprovechó para realizar declaraciones a varios medios extranjeros, como la cadena venezolana Telesur, prochavista, o el diario El Universal de México, donde aseguró que se encontraba "en sitio seguro".
Ya a mediados de la semana pasada, dice ABC, Reina fue nombrado nuevo embajador de su Gobierno en Washington, sustituyendo a Roberto Flores, leal a Micheletti. Reina se arriesgó entonces a salir del país y pidió de nuevo ayuda a España, bajo cuya protección llevaba varios días.
Según confirmaron al diario fuentes hondureñas y españolas, Reina subió a un coche de la embajada acompañado de Alberto Miranda, Encargado de Negocio, y de un miembro de seguridad de la representación diplomática. Reina fue protegido por la diplomacia española y pudo cruzar sin dificultades la frontera de Honduras con El Salvador.
Tal y como publica ABC, la ayuda prestada a uno de los hombres de confianza de Zelaya es una muestra más del apoyo del Ejecutivo de Zapatero al restablecimiento de Zelaya en el poder, y su negación de la legitimidad de Micheletti como presidente.
De hecho, Zapatero habló hace pocos días con el mediador en las conversaciones Óscar Arias para ponerse a su disposición en todo lo necesario en sus labores de acercamiento entre Micheletti y Zelaya. Moratinos ha mantenido contactos con colegas americanos y ha citado en el Ministerio al embajador hondureño, Eduardo Martel, para manifestar expresamente esa postura.