El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, trasladó este lunes a su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, el deseo de España de aprovechar su presidencia de turno de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 para "elevar" la relación de la isla con los Veintisiete, al tiempo que se mostró "seguro" de que su segunda visita a Cuba dará "resultados".
Estas fueron las palabras del ministro al inicio del encuentro con Rodríguez junto con ambas delegaciones en la cancillería, las únicas a las que ha tenido acceso la prensa de ambos jefes de la Diplomacia, porque, al contrario de lo que ocurrió en abril de 2007, cuando Moratinos y el entonces canciller, Felipe Pérez Roque, ofrecieron una rueda de prensa en la que se preguntó por los presos políticos en la isla, en esta ocasión no habrá comparecencia conjunta.
Tras un encuentro privado de algo más de media hora, Moratinos destacó que su visita se produce "en vísperas" de la presidencia española de la UE. "España desearía elevar la relación entre Cuba y la UE bajo la responsabilidad española de los Veintisiete", aseveró el ministro. Para que esto sea posible, la UE debe abandonar definitivamente su posición común, adoptada en 1996, para lo que sería necesario el respaldo de todos los países miembros, algunos de los cuales mantienen una política hacia Cuba que no coincide con la del Gobierno español.
Este es uno de los temas que más preocupan a la disidencia, con la que, como en 2007, no se reunirá Moratinos. "Sería darle un enorme espaldarazo a la dictadura y muy mala noticia para los presos políticos y el pueblo pacífico de Cuba", señaló el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, a la prensa española. Por su parte, el líder del Movimiento Cristiano de Liberación, Oswaldo Payá, considera una "desgracia" que España ocupe la presidencia de la UE con el actual Gobierno y que sea la "abanderada" en Europa de la actual "corriente de no hacer nada que moleste al Gobierno cubano".
Por otra parte, Moratinos se mostró "seguro de que va a ser una visita con resultados, fructífera y positiva y que nos va a ayudar a ser todavía más ambiciosos en nuestra relación". Sin embargo, por el momento no se tienen datos de cuáles podrían ser esos resultados puesto que el ministro ya adelantó este domingo que no hablará con Rodríguez de la vuelta de los agentes del CNI a la isla por tratarse de un asunto "de seguridad" y no "político". Sí que dijo que hablaría sobre la situación de los empresarios españoles en la isla, uno de los cuales está detenido desde hace más de un mes sin que por el momento estén claros los cargos que se le imputan.
Para el titular de Exteriores, la acogida recibida por parte de la dictadura cubana demuestra el "interés" de La Habana de "reforzar las relaciones bilaterales con España". "Ese era el objetivo principal desde que llegamos al gobierno en 2004, recuperar esa relación profunda e intensa entre España y Cuba", aseveró. En palabras del ministro, esta segunda visita le ha permitido constatar "cómo se ha ido mejorando de forma sustancial la relación bilateral basada en el respeto mutuo, la confianza, en la voluntad de ayudarnos mutuamente y de avanzar en lo que es una relación profunda e histórica con enorme potencial de cara al futuro".
Mientras, Bruno Rodríguez se limitó a expresar su "profundo placer" por la presencia de Moratinos. "Me satisface profundamente recibirle sabiendo que esta visita dará y está dando ya impulso a las relaciones bilaterales que han tenido un desarrollo positivo en los últimos años", fueron sus únicas palabras.
Este domingo, los dos ministros habían tenido ocasión de comer juntos con el objetivo de estrechar su relación personal, puesto que Rodríguez lleva tan sólo unos meses en el cargo desde la destitución repentina de Pérez Roque, quien mantenía una estrecha relación con Moratinos. Dicho encuentro fue calificado por Moratinos de "constructivo".
En cuanto al resto de la agenda del ministro para su segunda y última jornada en La Habana, finalmente se ha confirmado su encuentro con el dictador Raúl Castro. En su anterior visita, en abril de 2007, el jefe de la Diplomacia ya fue recibido por el dictador cubano.