El presidente derrocado de Honduras dio un discurso en la sede de las Naciones Unidas tras ser aprobada una resolución que pide su restitución como presidente del país. En sus agradecimientos al apoyo recibido, Zelaya nombró a una ingente cantidad de jefes de Gobierno, entre ellos al primer ministro de España, "Felipe Rodríguez Zapatero",. Zelaya criticó el "uso de la fuerza y la violencia" de "un pequeño grupúsculo de usurpadores" como calificó a los que le han derrocado del poder, incluso su propio partido. Dijo que el presidente Hugo Chavez ya le avisó de un "complot que acabó en un cruento golpe de Estado". También mencionó el apoyo del "presidente" de Cuba, Raúl Castró.
"No podemos utilizar la violencia para resolver los problemas que se pueden resolver jurídicamente" y acusó a los conservadores, que fueron los que le llevaron a la presidencia de Honduras oponerse a los cambios y querer mantener todo como está.
"Me han hecho acusaciones en Honduras, pero nadie me ha hecho un juicio, nadie me ha convocado a un tribunal, nadie me ha dicho cuál es el delito ni presentado acusación". Justificó su derrocamiento en que pretendía perfeccionar el sistema democrático de su país, en que ha subido el salario mínimo a los trabajadores, en que ha dado comida a los pobres, y defendió el referendum convocado para cambiar la Constitución y poder volver a presentarse a las elecciones en que está apoyado en la Ley de Participación Ciudadana que permite convocar pleibiscitos. "Estoy aplicando esa ley, que no tiene carácter vinculante".
Zelaya descartó que aspire a la reelección al concluir su mandato el 27 de enero próximo, pero afirmó que seguirá adelante con su intento de cambiar la Constitución del país. "Yo vuelvo a la vida civil, a la vida ciudadana, no a la política", declaró el depuesto gobernante en una rueda de prensa tras intervenir ante la Asamblea General de la ONU. Zelaya resaltó también que la legislación hondureña prohíbe la reelección presidencial y que cualquier reforma constitucional afectaría a los gobernantes que le sucedan, y subrayó que retomará la vida de empresario agrícola que abandonó tras su elección en noviembre de 2005.
La ONU condena el golpe
Los 192 países de la ONU estuvieron también de acuerdo en pedir "la inmediata e incondicional restitución del gobierno legítimo y constitucional del presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, y de la autoridad legalmente establecida" en el país centroamericano "para que cumpla el mandato para el que fue elegido por el pueblo". Asimismo instan a "todos los países a que no reconozcan otro gobierno que no sea el constitucional" de Zelaya, además de expresar su firme apoyo a los esfuerzos hechos de acuerdo al capítulo VIII de la carta de Naciones Unidas, que insta a la resolución pacífica de los conflictos.
La resolución fue presentada por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Zelaya se vio forzado al exilio el pasado domingo después de que el Ejército lo sacara de su casa por la fuerza y lo trasladara a Costa Rica, tras mantener un grave enfrentamiento durante varios días con otros poderes del Estado. Zelaya insistía en llevar a cabo una consulta popular con vistas a una reforma constitucional que, según sus detractores, le abriría el camino a la reelección, pese a que el Parlamento y el Tribunal Supremo la habían declarado ilegal.
Por otro lado, el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, dijo hoy que el organismo ha suspendido la entrega de 270 millones de dólares a Honduras hasta que no se aclare la situación política en el país tras el golpe de Estado del domingo.
El Banco Mundial tiene en la actualidad 16 proyectos de desarrollo en Honduras por valor de 400 millones de dólares, de los cuales 270 millones de dólares están sin desembolsar.