(Libertad Digital) Para empezar, Kouchner dice que la polémica surgida ante las supuestas declaraciones de Sarkozy acerca de Zapatero le ha irritado. El diario francés Libération reveló que el presidente francés dijo que el español tal vez no era muy inteligente, algo que en un primer momento el Elíseo desmintió y que el propio ministro calificó poco después de simple broma. Dice que Sarkozy "tiene una excelente opinión de su colega. Lo aprecia, lo frecuenta, lo quiere. Nunca ha cuestionado su inteligencia".
Además, dice que los dos países "estamos de acuerdo en todo" y que hay "una extraordinaria sintonía. Por eso empujamos desde París para que España estuviera en el G-20". Sin embrago reconoce ciertas discrepancias como la surgida tras el anuncio de retirada de los soldados españoles de Kosovo: "Se anunció demasiado brutalmente, tal como ha dicho el propio Miguel Ángel Moratinos. Me sorprendió la noticia".
La discrepancia también surge en el tema de la entrada de Turquía a la UE. Dice Kouchner que su opinión personal es que "me parece un puente necesario entre la Europa cristiana y el mundo musulmán. Es un enlace importantísimo" aunque apunta que "Sarkozy tiene una visión diferente, menos dispuesta a la entrada de Turquía en la UE". Sin embargo, recuerda que "la última cumbre de la OTAN ha traído consigo ciertas decepciones. Especialmente cuanto el presidente Erdogan empezó a hablar de las caricaturas de Mahoma y aludió a la necesidad de emplear mecanismos de censura en cuanto concierne a la religión" algo que considera "inaceptable para Europa".
Sobre una hipotética ampliación del G-8 de la que Sarkozy habla pero que no incluye a España como país candidato a integrarlo, Kouchner apunta que "es grotesco que India y China no formen parte del club" aunque para él "España, como Holanda, merece un sitio en las grandas instancias internacionales. De ahí que hayamos apoyado su presencia en el G-20". Sin embargo subraya que "observo con tristeza y con preocupación las noticias del desempleo que provienen de Madrid".