Así lo asegura en sendas entrevistas que publican hoy los diarios "ABC" y "Público", en las que asegura que no es partidaria de sancionar a Israel por los asentamientos, sino de que se reanuden las negociaciones para solucionar el conflicto.
La ministra también pide una reflexión política de cómo se puede ayudar a Cuba a avanzar más en el proceso de reformas anunciado por las autoridades cubanas.
En este contexto, sostiene que "con una actitud de diálogo hay más posibilidades de conseguir más cosas", sobre todo en un momento en que "se percibe un clima de mayor apertura" y una mayor voluntad de introducir cambios y reformas.
"Ante esa actitud, la comunidad internacional debería ser consciente de que lo mejor que podemos hacer por la isla es apoyar ese proceso de reformas a través de un diálogo y mayor apertura hacia Cuba", comenta.
En cuanto a la situación en el Sahara, la ministra dice que desde el principio han estado al lado de las partes para ayudarlas a encontrar una solución en el marco de las Naciones Unidas, pero insiste en que "España no es parte del conflicto y no puede tomar una decisión". En cualquier caso, también dice que "Marruecos es uno de los países del Magreb que han tenido un desarrollo más avanzado en el ámbito democrático y de los derechos humanos".
Pese a que el Ejecutivo de Zapatero se puso de perfil en la crisis del Sáhara y no dejó de dar votos de confianza al reino Alauí, Jiménez insiste en que España siempre ha sido solidaria con el pueblo saharaui como evidencia el hecho de que es el primer donante de Tinduf y que se ha pasado de enviar cinco millones de euros a 22 en cinco años.