L D (Agencias) Las autoridades japonesas han ordenado el despliegue de dos destructores en el mar de Japón con objeto de contener cualquier tipo de imprevistos que pudieran surgir del próximo ensayo que Corea del Norte tiene previsto realizar de su nuevo misil de largo alcance, Taepodong-2, que se cree se encuentra ya instalado en su plataforma de lanzamiento.
La comunidad internacional está prácticamente convencida de que el lanzamiento tendrá lugar entre los próximos días del 4 al 8 de abril. Corea del Norte ha disfrazado este ensayo en forma de lanzamiento de un satélite de comunicaciones, pero fuentes de Inteligencia aseguran que en realidad se trata del Taepodong-2, cuyo vuelo invadirá el espacio aéreo de Japón, momento en el que se desprenderá de sus tanques de combustible.
A tal efecto, Japón ha desplegado destructores equipados con sistemas de radar de combate Aegis e interceptores Standard Missile-3. Un tercer buque japonés aguarda ya en un punto indeterminado del océano Pacífico, donde se espera que impacte el misil.
De igual modo, Estados Unidos hará a la mar dos buques con sistema Aegis desde el puerto surcoreano de Busan, según informaron fuentes militares norteamericanas bajo el anonimato.
Esta es la segunda prueba del misil. En el intento anterior, en 2006, el misil explotó o fue deliberadamente destruido tras su lanzamiento. El régimen de Pyongyang ya ha advertido que cualquier intento de derribar el "cohete" constituirá un acto de guerra. La mera denominación del misil ha originado las críticas del primer ministro Taro Aso.
"Lanzan un misil y lo llaman cohete", declaró Aso en comentarios recogidos por la agencia de noticias japonesa Kyodo News. "En ninguna otra parte del mundo nos encontramos con un país que ensaya el lanzamiento de un misil sobre otro país", se quejó.
Las autoridades japonesas consideran que las probabilidades de que los escombros caigan en su territorio son mínimas, y ha pedido calma a la población. Pero, en un gesto sin precedentes, el Gobierno ha autorizado emplear su capacidad ofensiva para derribar el misil en el caso de que termine siendo una amenaza, una maniobra que no aparece contemplada en la pacifista Constitución del país.
La ONU pide que se suspenda
El secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, ha llamado a Corea del Norte a suspender el lanzamiento de un satélite, que supuestamente encubriría un ensayo de misil intercontinental. "Espero que los dirigentes de Corea del Norte cumplan la correspondiente resolución de Naciones Unidas", que prohíbe el desarrollo de armas nucleares, declaró Ban a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Ban, que recordó que cuando ejercía el cargo de ministro de Asuntos Exteriores surcoreano participó activamente en las conversaciones para la solución de la crisis nuclear en la península coreana, se mostró "preocupado por los pasos dados por Corea del Norte para el lanzamiento del satélite o misil".
"Esto acarreará mayores complicaciones para la paz y estabilidad de la región", comentó. Además, exhortó al régimen comunista norcoreano a cumplir los acuerdos alcanzados en el marco de las negociaciones a seis bandas (Ambas Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia).
Corea del Norte ha anunciado que lanzará un satélite de comunicaciones entre el 4 y el 8 de abril, aunque Seúl cree que será un misil "Taepodong-2", con un alcance de hasta 6.000 kilómetros y que podría llegar por tanto al oeste de Alaska (EEUU). Según fuentes surcoreanas, el cohete está ya colocado en su lanzadera en la base de Musudanri, al norte del país comunista.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha avisado que en lanzamiento acarrearía al régimen liderado por Kim Jong-il nuevas sanciones por violar la resolución 1718 que le impide llevar a cabo pruebas con misiles.