LD (EFE) Cientos de miles de israelíes buscaron refugio al sonar en la mañana de este martes las sirenas de emergencia en el mayor ejercicio de defensa civil de la historia del país, que tiene lugar en medio de advertencias de la clase política sobre la amenaza de un ataque de Irán.
A las once en punto, tal como había sido anunciado, sonaron las 2.300 alarmas del país y muchos israelíes corrieron a protegerse en el lugar más seguro de su vivienda o lugar de trabajo, como había pedido a la población desde hace días el Comando Interior del Ejército.
Poco más tarde se escucharon las sirenas de decenas de ambulancias, coches de la policía y de bomberos que simulaban la reacción ante un ataque con miles de heridos y edificios derruidos.
El entrenamiento forma parte de un ejercicio más amplio, denominado "Punto de Inflexión 3" e iniciado el pasado domingo, que se celebra por tercer año consecutivo y es el mayor que se ha realizado hasta ahora, ya que en esta ocasión ha tratado de involucrar a toda la población.
Según explicó el portavoz militar Gabriel Castellano, para la planificación de la maniobra "no se ha descartado ningún tipo de escenario" y se ha tratado de preparar a los israelíes ante cualquier amenaza, como ataques aéreos, atentados masivos o incluso envenenamiento de las aguas.
"Se practican todo tipo de situaciones de emergencia y actuaciones para el rescate de supervivientes", señaló Castellano, que precisó que el simulacro "no está diseñado para ninguna amenaza específica sino que trata de preparar a la población para cualquier eventualidad".
El Ejército "ha dado instrucciones por televisión en hebreo, árabe, inglés y ruso explicando cómo se ha de elegir un lugar seguro y qué hacer cuando suenan la alarmas", añadió el portavoz militar.
Las distintas regiones de Israel están clasificadas según el nivel de riesgo, siendo los más altos en el territorio colindante con Siria y Líbano, donde los residentes deben trasladarse a un refugio de forma inmediata, mientras que en ciudades como Jerusalén se permite que se acuda a un lugar seguro situado hasta a tres minutos de distancia.
Escuelas, guarderías e instituciones educativas participaron activamente en la simulación, al igual que oficinas gubernamentales, instituciones públicas y bases militares a lo largo y ancho del país. Miles de voluntarios civiles toman parte en el ejercicio, que se prolongará hasta el próximo jueves y en el que están involucradas todas las Fuerzas de Seguridad, los hospitales y servicios de emergencia como la Estrella Roja de David (equivalente a la Cruz Roja).
En la Universidad Hebrea de Jerusalén, las clases se interrumpieron durante alrededor de 15 minutos, en los que la mayoría de alumnos y profesores descendieron a la planta baja y se refugiaron en el espacio designado como "seguro".
En la céntrica y turística calle de Ben Yehuda fueron pocos los que corrieron a un lugar a salvo y la mayoría de los transeúntes siguió caminando o permaneció en las terrazas disfrutando sus consumiciones.
El trabajador social Odet Elitzur, que si colaboró en el Ejercicio y se refugió durante unos minutos en la cocina de la cafetería en la que estaba, dijo a Efe que "tenemos que estar preparados porque si Israel ataca las instalaciones nucleares de Irán es posible que Irán lance misiles contra nuestro territorio".
La amenaza iraní es la que más temor causa en Israel, donde la clase política y, en concreto el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, advierte cada dos por tres sobre un Teherán con armas nucleares y pide a la comunidad internacional que tome medidas para acabar con el programa de enriquecimiento de uranio.
En la sociedad israelí cada vez se extiende más el miedo a un Irán "presidido por un negacionista del holocausto que ha prometido borrar a Israel del mapa", tal como definen a Mahmud Ahmadineyad los principales dirigentes del Estado judío.