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Los primeros resultados oficiales dan la victoria a Ahmadineyad en Irán

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha logrado una amplia victoria en los comicios presidenciales celebrados este viernes, según los primeros resultados ofrecidos por el Ministerio de Interior.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha logrado una amplia victoria en los comicios presidenciales celebrados este viernes, según los primeros resultados ofrecidos por el Ministerio de Interior.

L D EFE) En una rueda de prensa, el director del Centro Electoral Nacional, Kamran Daneshyu, dijo que en las 8.881 urnas escrutadas hasta las 23.50, hora local (19.40 GMT), -que representan un 19,2 por ciento del total-, Ahmadineyad obtuvo el 69,1 por ciento de los sufragios.

La participación masiva y las denuncias de irregularidades de la oposición marcaron este viernes las décimas elecciones presidenciales de la era revolucionaria en Irán, en las que el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad aspira a la reelección.

Desde primera hora de la mañana, familias enteras se acercaron a los más de 49.000 colegios electorales repartidos por todo el país en una jornada de reivindicación y fiesta únicamente ensombrecida por algunos actos vandálicos. Según los primeros datos ofrecidos por el Ministerio de Interior, la participación rondaría el 75 por ciento, cifra récord que obligó a extender durante varias horas el cierre de los colegios.

En las calles de Teherán, las largas filas de votantes tenían un color casi común dependiendo del lugar de la capital en el que se encontraran. En el norte, la zona más rica de la ciudad, primó el verde de los seguidores del ex primer ministro Mir Husein Musaví, principal rival del presidente. En el sur, donde se concentra la mayoría de los barrios más desfavorecidos, dominaba el tricolor verde, blanco y rojo de la bandera de Irán, adoptado por Ahmadineyad.

Sin embargo, y al contrario de 2005 cuando Ahmadineyad arrasó en segunda vuelta, era posible ver muchos partidarios de Musaví y de los otros dos candidatos, el clérigo reformista Mehdi Karrubí y el conservador Mohsen Rezaeí. "Voy a votar a Musaví", admitía a Efe Zahra Montasem, ama de casa que ejerció su derecho en la madrasa Hafez, adyacente al Gran Bazar. "Pero no es una cuestión de libertades, porque para eso existen diferentes interpretaciones. Creo que lo que necesitamos es trabajo para los jóvenes y lucha contra la carestía, y creo que Musaví puede arreglar estos problemas", explicó.

Divida social e ideológicamente, la crisis económica ha sido, sin embargo, una de las principales razones por las que gran parte la población se ha inclinado por Musaví, al que se le recuerda como un buen gestor durante los difíciles años que dirigió el gobierno, entre 1981 y 1989, en plena guerra con Irak. "No podemos decir que un candidato es malo, sin embargo para mí Musaví es una buena opción", admitía a Efe una votante.

"Durante la guerra entre Irán e Irak demostró su capacidad y ha hecho todo a favor del pueblo. Bajó la inflación. Yo creo que por aquellos buenos resultados durante su mandato, la gente ahora le está votando", explicaba en la madrasa Ershad, en el centro norte de la capital.

A escasos metros, Ibrahim Yazdi, primer ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámica, tesorero de su fundador, el ayatolá Rujolá Jomeini durante el exilio en París y ahora uno de los hombres más críticos con el régimen, revelaba a Efe que se decantaba por el ex primer ministro. "He votado a Musaví. Creo que es una buena opción, si no lo fuera no votaría", afirmó.

Más al sur, en los alrededores del Gran Bazar, un funcionario público aseguraba que votó por Ahmadineyad "porque me siento satisfecho con su trabajo "Aunque ha habido problemas, sin embargo yo estoy satisfecho con él. Creo que no ha robado del dinero de la gente", declaraba a Efe.

Similar opinión le merecía el presidente a Ali Ghanbari, quien aseguró que Ahmadineyad "es una buena persona que ha trabajado para el pueblo. Me fío mucho de él".

La fiesta electoral quedó, no obstante, deslucida por las denuncias de posible fraude elevadas por la oposición y algunos actos vandálicos contra sedes reformistas. Según Alí Akbar Mortazaminpour, jefe del comité de supervisión de los sufragios de Musaví, "más del cuarenta por ciento de los colegios de la capital carecieron de observadores".

Al parecer, muchos de los delegados, tanto de Musaví como de Karrubí, no han podido ejercer su función ya que las acreditaciones que recibieron "tenían errores, e incluso fotos cambiadas". Mortazaminpour denunció, asimismo, que el citado comité nacional ha emitido "más de siete millones de papeletas más de las necesarias para la votación". "Las quejas que hemos recibido son numerosas, pese a que tampoco han funcionado bien las comunicaciones" en los alrededores de los colegios, apostilló.

En Queitarieh, una decena de milicianos voluntarios islámicos "Basij" atacaron con botes de humo una de las sedes de Musaví, aunque sin causar heridos. "Hubo mucha confusión pero afortunadamente no ha habido que lamentar heridos. Hemos tenido que evacuar el edificio, pero nada más", explicó a Efe uno de los afectados.

Los resultados finales, que deben ser validados por el poderoso Consejo de Guardianes, se conocerán 24 horas después del cierre de los colegios. En caso de que ninguno de los cuatro candidatos consiga más del 50 por ciento de los votos emitidos y considerados válidos, deberá celebrarse una segunda vuelta, ya prevista para el próximo viernes.

No obstante, la agencia oficial iraní anunció rápidamente la  "amplia" victoria de Ahmadineyad. El anuncio de la agencia estatal se produce escasos minutos después de que el principal aspirante y rival de Ahmadineyad, el reformista Mir Husein Musavi, ofreciera una rueda de prensa en la que se atribuía la victoria definitiva en primera vuelta.

Según la agencia de noticias, controlada por el Gobierno y el líder de la revolución, Ahmadineyad ha logrado "el 60 por ciento de los votos", lo que de confirmarse le otorgaría el triunfo en primera vuelta. Musavi aseguró a los periodistas que los sondeos a pie de urna realizados por los miembros de su campaña le otorgaban "una amplia victoria" sobre el segundo candidato, en aparente alusión al presidente iraní.

Asimismo, Musavi denunció que muchos ciudadanos no pudieron ejercer su derecho a voto porque los colegios cerraron demasiado pronto. "Hay mucha gente que se ha quedado en la calle sin poder votar, Sabemos de centros electorales que pese a la ampliación del horario, fueron cerrados", afirmó.

Musaví indicó que ha habido otras muchas irregularidades, pero que aún así el pueblo iraní ha hablado. "Hemos visto que se retrasaba la llegada de papeletas. No había papeletas suficientes en ciudades como Isfahan, Shiraz y Tabriz", denunció Musaví, que en las últimas semanas ha insistido en que temía un fraude electoral.

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