L D (EFE) En una declaración en el Foreign Office (Ministerio de Exteriores), David Miliband subrayó que los cadáveres, recibidos el viernes por la noche, todavía no han sido identificados, si bien expresó su temor a que sean dos de los cinco rehenes.
De hecho, el jefe de la diplomacia británica señaló que los "pensamientos" del Gobierno están con los familiares de los cautivos, al remarcar que "éste es un momento terrible de incertidumbre y miedo para ellos".
"Se trata de un suceso muy angustiante", apuntó Miliband, quien hizo hincapié en que "el secuestro nunca está justificado en ninguna causa". El ministro reiteró el llamamiento a los secuestradores para que liberen a los rehenes y afirmó que el Ejecutivo británico "trabaja de manera intensa para lograr ese objetivo", aunque precisó que "la amenaza para ellos sigue siendo muy grande".
El pasado mayo, Miliband ya pidió la liberación "inmediata e incondicional" de los cinco nacionales al cumplirse dos años de su secuestro. Los cinco británicos -un experto informático y sus cuatro guardaespaldas- fueron capturados el 29 de mayo de 2007 en el Ministerio de Finanzas iraquí, situado en el centro de Bagdad.
Los secuestradores, pertenecientes al grupo terrorista "Resistencia Chiíta Islámica en Irak", vestían uniformes de las fuerzas de seguridad iraquíes y llegaron en unos 40 vehículos policiales al ministerio, situado fuera de la llamada "zona verde" de seguridad en Bagdad.
En febrero del año pasado, el canal árabe Al Arabiya emitió un vídeo en el que aparentemente aparecía uno de los cinco secuestrados, identificado como Peter Moore, un consultor informático de Lincoln (este de Inglaterra).
En la cinta, Moore pedía al primer ministro británico, Gordon Brown, que las fuerzas de la coalición liberaran a nueve iraquíes que tenían detenidos a cambio de la libertad de los cinco rehenes. Sin embargo, los nombres de los otros cuatro rehenes no se han difundido hasta la fecha.
En mayo de 2008, el padre de uno de los cautivos, identificado simplemente como Dennis, declaró al diario "The Times" que estaba viviendo un "infierno" y exigió un mayor esfuerzo para lograr la liberación de su hijo.
A diferencia de otros secuestros en Irak, este caso ha sido objeto de poca cobertura mediática a petición del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido, que ha sostenido siempre que esa publicidad podría frustrar los esfuerzos para liberarlos.