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Hugo Chávez, ¿showman y profanador de tumbas?

No hay manera que Simón Bolívar descanse en paz. 180 años después de su muerte sigue siendo utilizado por un hombre como Hugo Chávez, que ha basado sus años al frente de Venezuela en su recuerdo. Ahora decide convertir su exhumación en un espectáculo y muchos creen que lo usa como cortina de humo.

No hay manera que Simón Bolívar descanse en paz. 180 años después de su muerte sigue siendo utilizado por un hombre como Hugo Chávez, que ha basado sus años al frente de Venezuela en su recuerdo. Ahora decide convertir su exhumación en un espectáculo y muchos creen que lo usa como cortina de humo.

Desde que se convirtió en presidente de Venezuela en 1999, gracias al indulto otorgado por Rafael Caldera por el golpe de Estado de 1992, que dejó muchos muertos, Hugo Chávez ha basado gran parte de su política local y regional en el recuerdo de Simón Bolívar y en sus sueños de unidad latinoamericana que ha conseguido cristalizar sólo en parte con su Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) gracias a gobernantes afines como Daniel Ortega, Rafael Correa o Evo Morales.

 

 

Hace ya varios meses, Chávez comenzó una particular campaña para lograr exhumar los restos de Bolívar y así comprobar la causa real de su muerte. El bolivariano está convencido de que murió envenenado y no de tuberculosis como señalan todos los libros de historia. En varias ocasiones, Chávez ha apuntado que "a Bolívar lo asesinaron, lo querían muerto" mientras repetía que "yo no me convencí de que Bolívar murió de tuberculosis (...) ya que tres meses antes de morir, Bolívar recorrió no sé cuántos kilómetros hasta Bogotá".

 

 

Ahora ya ha conseguido que esos restos que descansaban en el Panteón de los Héroes venezolanos desde el 28 de octubre de 1876 sean exhumados para su posterior examen por parte de un grupo de científicos, entre los cuales figuran algunos españoles. No sería extraño para nadie que los resultados contenten a Chávez y que así se confirmen sus sospechas de que su libertador fue asesinado por la oligarquía colombiana, cuyos herederos, según él, son personas como Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Esto, pocos días después de que Bogotá denunciara la presencia de jefes de las FARC en territorio venezolano y que como respuesta Caracas amenazara con romper las relaciones diplomáticas. ¿Casualidad?

 

 

Lo cierto es que toda esta puesta en escena que el mismo Chávez relató en vivo y en directo cual comentarista de partido de fútbol, ya fue llevada a cabo en una emisión a las 11 de la noche, como siempre, en cadena en todos los canales de televisión de Venezuela. En su propia cuenta de Twitter (@Chavezcandanga), Chávez escribió: "¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada". También agregó: "Dios mío, Dios mío... Cristo mío, Cristo nuestro, mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pensé en ti! Y cómo hubiese querido y cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: levántate Simón, que no es tiempo de morir. De inmediato recordé que Bolívar vive!". El procedimiento y el informe de los trabajos ya han sido revelados por el diario venezolano Panorama.

 

 

Muchos twitteros han respondido a esta exhumación y algunos ya han apuntado que Chávez recibirá "la maldición del libertador" por haber profanado su tumba. Otros directamente le responden y "postean" que: "No le muestres al país los restos de Bolívar, muéstrale a Bolívar los restos del país" o "a los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos".

 

 

Para muchos, que han calificado directamente a Chávez de profanador de tumbas, se trata de la mejor manera para desviar la atención de un país que mantiene una grave crisis económica con una inflación que en el primer semestre de 2010 fue de 16,3%. Teodoro Petkoff, director del diario opositor Tal Cual y además ex candidato presidencial, señala en unas declaraciones publicadas por el diario argentino La Nación que "en Venezuela existe una suerte de religión laica, que es el culto a Bolívar. Pero Chávez usa su nombre como un instrumento de poder. Y muy efectivo, por cierto". Algo que para muchos es bastante evidente desde hace ya varios años.

 

 

El prestigioso intelectual nicaragüense, Carlos Tünnerman, señaló al periódico El Nuevo Diario de Managua que "Bolívar muere por razones de orden natural, es una falta de respeto la exhumación de sus restos. Cuando el libertador estaba a punto de fallecer, ya no estaba en el juego político, ya que estaba siendo rechazado por sus contemporáneos". Además, agrega que al final Bolívar ya no era capaz de controlarlo todo: "Estaba decepcionado, durante el tiempo que se mantuvo dentro de la vida política nada le importaba más que cuidar el poder, llevaba una vida muy agitada nunca pudo cuidar bien su salud y fue cayendo poco a poco hasta que adquirió tuberculosis". Tünnerman coincide con muchos en afirmar que sólo se trata de esconder las cosas que ocurren realmente en el país: "En Venezuela ahora hay un 30 por ciento de inflación, la mayoría de la población no tiene acceso a muchas cosas, hay falta de libertad de expresión, no se ha podido resolver el problema de los apagones, porque él utiliza los recursos para promover su protagonismo internacional, quiere mantener una gran fuerza oligárquica".

 

 

¿Qué podemos esperar sobre este tema? Hay muchos analistas que creen que Chávez no hubiera organizado todo este espectáculo de no estar seguro de los resultados. Es posible entonces que pronto tengamos noticias de los estudios y el presidente venezolano tenga la excusa perfecta para una nueva batería de ataques e insultos contra los que él considera responsables de la muerte de Simón Bolívar.

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