La situación en Venezuela en relación a los derechos humanos se torna cada vez más grave en especial para los que no están alineados al régimen del presidente Hugo Chávez. Por esa razón, desde el pasado 31 de enero, el colectivo "Un mundo sin mordaza" y un grupo de 26 estudiantes han iniciado una huelga de hambre frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas.
En un comunicado de prensa, este grupo señala que ha tomado la decisión tras enviar una carta a los embajadores ante la OEA "solicitándoles se pronuncien en reunión del Consejo Permanente de ese organismo internacional ante los atropellos contra los Derechos Humanos protagonizados por el actual régimen venezolano". Además, los insta a que "respalden la solicitud realizada recientemente por el Secretario General de la OEA Sr. José Miguel Insulza para que le sea entregada la anuencia de venir a nuestro país junto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tal como se produce puntualmente todos los años en todos los Estados del continente excepto en nuestro país y Cuba". Mientras esperan alguna respuesta, mantienen la huelga bajo algunos carteles, uno de los cuales reza: "Insulza, empañaste tu palabra, cúmplela".
De manera específica, este colectivo apunta que nuevos casos "emblemáticos" se han sumado a la lista que ya conoce Insulza: "el caso de los diputados electos, Biaggio Pireli, José Sánchez "Mazuco" y Freddy Carupe, a quienes todavía no se les ha reconocido su cargo dentro del poder legislativo, la situación de la Jueza María Lourdes Afiuni, privada de libertad por orden presidencial transmitida por televisión y por último, el caso del dirigente político Alejandro Peña Esclusa".
Pero la situación no es fácil ya que los problemas de salud ya empiezan a aparecer. Una de las participantes señaló al diario El Universal que "muchos de los que comenzaron la huelga hace 18 días ya están presentando debilidad. Tenemos uno de los compañeros hipertenso y el coordinador de JAVU (Juventud Activa Venezuela Unida) Lorent Saleh ya presenta dolores musculares". También apuntó que "al dirigente Julio César Rivas lo pasaron ayer (por este miércoles) de emergencia a una ambulancia para estabilizarlo porque presentó dolores musculares y sufrió un desmayo debido a los tantos días que tiene sin comer pero ya hoy se reincorporó de nuevo a la huelga".
El mismo Insulza ya ha confirmado al diario El Nuevo Herald su disposición de visitar Venezuela pero es consciente también de que tiene que recibir la autorización del gobierno de Chávez: "Estas cosas se resuelven conversando (…) pero no puedo ir a Venezuela si el Gobierno venezolano no lo autoriza; ni yo, ni la Comisión de los Derechos Humanos. Yo he pedido ir varias veces (…) Lo más regular a lo largo de los últimos dos años, ha sido que hemos empezado a tramitar una visita, y que luego algún problema ocurrió que la visita luego no fue posible". Eso sí, también advirtió que la OEA no tiene las herramientas para verificar todas las acusaciones que se están presentando. Por eso, dijo que había propuesto "tener un mecanismo verificador de este ramo muy esencial de la carta democrática''.
El Gobierno minimiza la situación
Ante esta situación el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que las demandas de ese grupo de jóvenes en huelga de hambre "son asuntos que se resuelven internamente". Preguntado por periodistas sobre un eventual temor del Gobierno de Hugo Chávez a la visita de una misión de la OEA, una de las demandas de los huelguistas, Maduro respondió que eso "es una interpretación que bien puede atribuirse a la oposición". El gobierno "actúa con confianza y seguridad en los pasos que da", afirmó.
Incluso se refirió a algunos de las personas por las que reclaman los jóvenes. "Estos muchachos de oposición piden algo imposible: que el Gobierno dé la orden de soltar a un homicida", dijo Maduro al referirse a José Sánchez.