Nunca había ocurrido. Ni cuando Chávez manipuló las elecciones ni cuando Fujimori provocó el autogolpe de estado en 1992. Pero con Honduras parece existir una doble vara de medir, posiblemente porque uno de los grandes perjudicados fue Chávez y sus intentos de establecer en ese país su revolución bolivariana. Así, el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, ha anunciado que el país centroamericano será el primer país en no ser invitado a una cumbre iberoamericana, que esta vez se desarrollará en Mar del Plata los próximos 3 y 4 de diciembre.
El secretario general Iberoamericano explicó que "hay países que desearían ver profundizado el proceso de decisiones democráticas que permitiera el regreso de un gobierno que algunos países cuestionan", mientras otras naciones creen que "es bueno tener en la familia a Honduras para apuntalar los avances democráticos", detalló. "Un secretario general desearía que estén todos los países. Ese es nuestro deseo, a lo que aspiramos siempre. En este caso concreto, hay una posición que no es compartida" entre los países iberoamericanos, declaró Iglesias en una rueda de prensa en Buenos Aires. Reconoció que "son dos posiciones que hasta ahora no han sido reconciliadas".
Lo cierto es que Honduras no asistirá por la falta de consenso sobre la legitimidad del Gobierno de Porfirio Lobo, que asumió en enero pasado tras ganar las elecciones de noviembre de 2009 celebradas cinco meses después de la destitución de Manuel Zelaya. Argentina, al igual que otros países latinoamericanos, no reconoce al Gobierno de Lobo y reclaman el regreso de Zelaya, que reside en República Dominicana, a su país con todas las garantías constitucionales.
Los esperados protagonistas
Solucionados en gran parte los problemas entre Colombia y Venezuela, esta vez el centro de atención no será Hugo Chávez. Es posible que las principales discusiones se centren en los problemas limítrofes entre Costa Rica y Nicaragua o en las últimas revelaciones de Wikileaks, sobre todo en cuanto a las opiniones de Washington respecto a algunos líderes de la región o en las pruebas de la presencia de la inteligencia cubana en tierras venezolanas.
Pero para Chávez no ser protagonista parece ser un grave problema y es por eso, para aglutinar buena parte del interés mediático, por lo que ha organizado un acto en un enorme estadio cubierto de la ciudad argentina donde se reunirán los presidentes y jefes de estado iberoamericanos. Todos coinciden en que el venezolano utilizará dicho mítin para atacar a los mismos de siempre, aunque es probable que EEUU sea blanco especial de sus insultos y críticas.