El pasado viernes, el Ejército israelí atacó de nuevo tres supuestos túneles de contrabando utilizados en la frontera entre Gaza y Egipto. Israel mantiene que dichos túneles se emplean para introducir armas en el territorio palestino, gobernado por el los terroristas de Hamás. Y una vez más, los hechos le han dado la razón.
Ya en septiembre, los medios informaron de que soldados egipcios habían encontrado ametralladoras, munición, cerca de 170 misiles antiaéreos, otros 90 de artillería y minas antitanque en varias redadas realizadas en la misma península del Sinaí, tal y como recuerda el diario Haaretz.
No se trató de la primera vez que se decomisaba armamento destinado a Gaza. De hecho, fuentes oficiales israelíes creen que existe la posibilidad de que Hamás y grupos milicianos hayan logrado acceder a algunos de estos cargamentos.
Últimamente se ha intensificado el lanzamiento de misiles desde Gaza hacia suelo israelí, lo que provoca daños materiales y personales al tiempo que despierta la alarma entre la población hebrea próxima a la Franja. El sábado los terroristas de las Brigadas Al Qassam -pertenecientes a Hamás- anunciaron su intención de continuar con "la resistencia hacia Israel".