El dictador libio Muamar el Gadafi, en un discurso televisado, ha afirmado que no va a dimitir porque no tiene ningún cargo del que dimitir. Aludiéndose a sí mismo en tercera persona, ha afirmado que "Gadafi es el líder de la revolución y es que quiere decir sacrificio hasta el final".
"El Gadafi no tienen ningún cargo como para que dimita como han hecho algunos presidentes. No es un presidente, es el líder de la revolución", ha añadido.
"Este es mi país, el de mis abuelos y el de nuestros abuelos. Nosotros estamos mejor situados para permanecer en Libia que aquellos ratones y mercenarios que trabajan para los servicios de inteligencia extranjeros. Que dios los maldiga", dijo.
Hablando como un auténtico lunático ha afirmado: "Yo estoy por encima de los cargos de presidente. Yo soy un revolucionario y por lo tanto yo pertenezco a una revolución que trajo la gloria a los libios. Libia liderará el mundo".
Los medios de comunicación, "al servicio del diablo"
Ha cargado contra los medios de comunicación árabes a los que ha tachado de "retrógrados y traidores". "Estos os están difamando delante de todo el mundo; están presentando una imagen falsificada de los libios y de Libia". Según El Gadafi, "están al servicio del diablo".
"Gadafi es la historia, es la resistencia, es la liberación, es la gloria, es la revolución. Cuando las bombas caían sobre mi casa, ¿dónde estabais vosotros, ratones? ¿Estabais con los EEUU? Estabais apoyando el ataque de los EEUU".
Los jóvenes han tomado drogas
Según el dictador, "ahora hay un grupúsculo de jóvenes que han tomado drogas y que están atacando comisarías de policía y han atacado cuarteles de militares. Este grupúsculo se aprovecho de esta situación; no tienen culpa porque se trata de jóvenes de 16, 17 años que imitan lo que ha pasado en Egipto y Túnez, y eso es normal. Pero también hay un pequeño grupo de enfermos que está infiltrado en las ciudades que esta repartiendo comprimidos"
"Los que están moviendo a estos grupos están fuera de Libia y manipulan a vuestros hijos con el fin de matar a vuestros hijos y que haya una guerra entre libios", dice.
Y ha advertido que "a partir de mañana el Ejército tomará la situación. Pero no sólo eso. Ha llamado a los libios a salir de "sus casas y echar a estas bandas". Y ha amenazado y amedrentado a la población que "si se corta el ministros de gas y agua vais a volver a la oscuridad a 1952".
Con el código penal libio en la mano, Gadafi también se dedicó a prometer que ejecutará a quien ataque a Libia y la "integridad del país", así como a "cualquiera que facilite la entrada de los enemigos". "Os están manipulando. Pedirán perdón. Pero nosotros no les vamos a perdonar", dijo sobre los participantes en las protestas.
Tras varias jornadas sangrientas en Libia, Gadafi también aseguró que él "todavía no ha dado órdenes para utilizar la fuerza". Poco después dijo, sin embargo, que "el Ejército volverá a salir" y amenazó a la población con "volver a la oscuridad". "Si queréis que se convierta en una nueva Somalia, es lo que vais a tener a partir de ahora", dijo. Insistió en su petición a la ciudadanía de actuar contra los manifestantes: "Todas las familias tienen que atacar al que está destruyendo" el país.
Comités populares y comités de la moral
"Yo voy a dirigir la revolución popular. Es una forma de mantener la seguridad. Salid de vuestras casas. A partir de ahora, los jóvenes tienen que organizarse". ¿Cómo? Pues ha anunciado que "a partir de esta noche, no me refiero a los que toman drogas y borrachos, tendrán que crear comités populares y llevar un brazalete verde para distinguirse de los demás. A partir de mañana hay que crear los comités populares, con el fin de defender el petróleo y los logros de la revolución".
Pero no sólo eso. "Habrá comités que defenderán la moral; estarán integrados por los imanes de las mezquitas: gente limpia que conoce la revolución, gente que no mata. Las mujeres tendrán que pasearse por la calle sin que nadie se acerque a ellas".
"A partir de esta noche tenemos que empezar a arrestar a estos ratones". Y dice: "No tengo ningún inconveniente de que el pueblo libio promulgue su Constitución. Yo no tengo nada, ni palacio, ni dinero, sólo quiero que Libia viva en paz, que siga disponiendo de su petróleo, sus aeropuertos, puertos. Tenéis que ser valientes".