Una Cumbre sobre la Pena de Muerte en Ginebra podría parecer el foro adecuado para denunciar la situación de los derechos humanos en Cuba, máxime cuando hace escasas horas ha fallecido un un perseguido por la dictadura, defendiendo los derechos de los cubanos. Pero para Zapatero no.
El presidente del Gobierno ha sido fiel a su política de amistad con el régimen castrista y no ha expresado la más mínima crítica, denuncia o mensaje de solidaridad con Orlando Zapata Tamayo.
Desde Bruselas, María Teresa Fernández de la Vega sí se ha referido expresamente al fallecimiento pero sin hacer una condena expresa de la dictadura castrista. En declaraciones recogidas por Efe, señaló que España y la UE trabajan "para que haya una plena transición a la democracia en Cuba protagonizada por el pueblo cubano, cuanto antes". Sobre la muerte del preso político, dijo que "el Gobierno de España lamenta este trágico desenlace".
Chaves, Alonso y Exteriores, sí se atreven a nombrar a Cuba
Esta actitud contrasta con la adoptada en el seno del PSOE, que ha condenado la situación del disidente. Tanto Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno, como Jose Antonio Alonso han expresado su condena. Chaves ha denunciado el el "déficit de derechos humanos en Cuba" mientras que Alonso, por su parte, ha confesado que lamentaba "profundísimamente" el fallecimiento.
Por otro lado, un portavoz de Exteriores también expresó a Europa Press que "lamentaba" la muerte de Zapata Tamayo. A pesar de todo, trató de disfrazar la realidad: aseguró que el ministerio había mediado por Orlando Zapata Tamayo en un seminario sobre Derechos Humanos en Cuba celebrado en Madrid.
Tal y como publicó Libertad Digital, el seminario al que se refiere el ministerio fue una suerte de embuste que arrinconó a los disidentes cubanos en España, disidentes como el fallecido este lunes.
Todas las plataformas democráticas cubanas de nuestro país trataron de que el Gobierno les invitase a ese seminario para dar testimonios de abusos como el de Zapata Tamayo. También lo hizo Amnistía Internacional, recibiendo la misma respuesta. El Gobierno sóplo buscaba la perspectiva castrista sobre las violaciones de derechos en la isla, y les dio con la puerta en las narices: el seminario se celebró sin los demócratas cubanos, y a puerta cerrada. Ahora trata de apuntarse un tanto con los mismos disidentes a los que arrinconó hace menos de una semana.
El presidente del Gobierno ha sido fiel a su política de amistad con el régimen castrista y no ha expresado la más mínima crítica, denuncia o mensaje de solidaridad con Orlando Zapata Tamayo.
Además, continuando con esa política de cobardía, Zapatero ha añadido un último párrafo a su discurso de apertura del congreso: "Nadie tiene derecho a arrebatar la vida de otro ser humano, absolutamente nadie", ha dicho.
Esta simple frase ha sido lo que la delegación española ha tratado de vender como una condena al régimen de Cuba. Pero lo cierto es que una frase tan genérica como esa en un foro sobre la pena de muerte podría estar referida a cualquier situación.
Lo único real ha sido que Zapatero no ha nombrado a Cuba, ni a Orlando Zapata Tamayo, a pesar de tener la ocasión precisa para hacerlo.Esta simple frase ha sido lo que la delegación española ha tratado de vender como una condena al régimen de Cuba. Pero lo cierto es que una frase tan genérica como esa en un foro sobre la pena de muerte podría estar referida a cualquier situación.
Desde Bruselas, María Teresa Fernández de la Vega sí se ha referido expresamente al fallecimiento pero sin hacer una condena expresa de la dictadura castrista. En declaraciones recogidas por Efe, señaló que España y la UE trabajan "para que haya una plena transición a la democracia en Cuba protagonizada por el pueblo cubano, cuanto antes". Sobre la muerte del preso político, dijo que "el Gobierno de España lamenta este trágico desenlace".
Chaves, Alonso y Exteriores, sí se atreven a nombrar a Cuba
Esta actitud contrasta con la adoptada en el seno del PSOE, que ha condenado la situación del disidente. Tanto Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno, como Jose Antonio Alonso han expresado su condena. Chaves ha denunciado el el "déficit de derechos humanos en Cuba" mientras que Alonso, por su parte, ha confesado que lamentaba "profundísimamente" el fallecimiento.
Por otro lado, un portavoz de Exteriores también expresó a Europa Press que "lamentaba" la muerte de Zapata Tamayo. A pesar de todo, trató de disfrazar la realidad: aseguró que el ministerio había mediado por Orlando Zapata Tamayo en un seminario sobre Derechos Humanos en Cuba celebrado en Madrid.
Tal y como publicó Libertad Digital, el seminario al que se refiere el ministerio fue una suerte de embuste que arrinconó a los disidentes cubanos en España, disidentes como el fallecido este lunes.
Todas las plataformas democráticas cubanas de nuestro país trataron de que el Gobierno les invitase a ese seminario para dar testimonios de abusos como el de Zapata Tamayo. También lo hizo Amnistía Internacional, recibiendo la misma respuesta. El Gobierno sóplo buscaba la perspectiva castrista sobre las violaciones de derechos en la isla, y les dio con la puerta en las narices: el seminario se celebró sin los demócratas cubanos, y a puerta cerrada. Ahora trata de apuntarse un tanto con los mismos disidentes a los que arrinconó hace menos de una semana.