L D (Agencias) El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campano, que salió ileso junto a una delegación madrileña del ataque terrorista al hotel Oberoi de Bombay, aseguró este viernes a su regreso a España que "estuvimos siete horas aguantando la violencia, las explosiones, los tiros y oyendo los gritos de la gente que estaban matando fuera", indicó Santos Camapno, visiblemente afectado y con síntomas de haber estado más de dos días en vilo.
El presidente de la institución cameral aterrizó a las 14.50 horas en Madrid junto al alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá; el presidente de la CEIM, Arturo Fernández; el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano; su jefa de prensa, Covadonga Fernández; la directora de Comunicación de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, el fotógrafo de la presidenta, Carlos Iglesias, y dos miembros del equipo de comunicación de la Comunidad de Madrid.
Ya en tierra y con la tranquilidad de estar a salvo, relató cómo el miércoles estaba esperando las llaves de su habitación en el hotel en el momento en que oyeron unas explosiones y ruidos de metralleta. Inmediatamente, consiguieron resguardarse detrás del mostrador de la recepción mientras observaban desde allí un lugar para salir al exterior, cuando lograron hallar una puerta y fueron enviados hacia el malecón donde sólo tenían "detrás todo el follón y delante el mar".
Preguntado por cuáles son las imágenes con las que se queda en su retina, el presidente aseguró que mantiene la cantidad de gente que estos terroristas han asesinado y "que son más de los que están diciendo los medios", ya que cuando estaban en el Oberoi aseguró haber visto más de medio centenar de cadáveres en el suelo. "Esto no es un atentado, es una guerra", subrayó Santos Campano, quien indicó que los terroristas "iban claramente buscando turistas, buscando hacer daño al turismo".
El presidente de la Cámara fue uno de los españoles que en pareja logró salir del malecón. En concreto, lo hizo acompañado de su jefa de prensa, Covadonga Fernández. Recordando este momento, aludió a una de las anécdotas que más divertidas dentro de la situación que estaban viviendo, puesto que a media noche, recibió la llamada del presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, para anunciarle que su equipo había ganado el partido y que estaba clasificado para la siguiente fase de la Champion. "Fue una satisfacción dentro del momento que estábamos viviendo", dijo. Además, manifestó que sólo se llegó a sentir a salvo en la residencia del cónsul español, César Alba, recalcando que tanto él como su mujer se han volcado en ayudarles. "Nos han llamado de muchas partes. Quiero agradecer al Gobierno y a todo el mundo su apoyo", concluyó.
La directora de Medios de Comunicación de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, aseguró hoy que las explosiones y el ruido de la metralla que escuchó mientras se refugiaba en un malecón cercano al Hotel Oberoi, objetivo de uno de los ataques terroristas perpetrados en la ciudad, "parecían fuegos artificiales".
Con un ramo de rosas, la directora de Comunicación intentó en varias ocasiones encenderse un cigarro a pesar del viento que hacía en la pista de la Base Aérea Torrejón de Ardoz, algo que ha echado "mucho de menos" mientras estaba encerrada en el malecón esperando a salir de allí para volver lo antes posible con sus hijos. "Sin batería y sin tabaco, casi me da algo", señaló Gallego mientras explicaba a Aguirre lo mal que lo había pasado. La periodista no podía disimular su rostro cansado: "Llevamos muchos días sin dormir, con mucha tensión y con muchos momentos de incertidumbre", señaló, al tiempo que destacó la información que llegaba continuamente "era bastante confusa". "Muchas veces teníais más información vosotros que nosotros allí", añadió a los medios de comunicación allí presentes.
En presencia de sus compañeros de trabajo que acudieron a la base a darle la bienvenida, Gallego recordó que estuvieron escondidos en las rocas y "escuchando las bombas, las explosiones que se producían en el hotel --Trident Oberoi--, y que luego se extendían por el resto de la ciudad". "Se escuchaban los ametrallamientos de manera tan nítida como si estuvieran aquí", apostilló.
Más nerviosa se mostró Yolanda Vidal, la operadora de cámara que que trabaja para el equipo de Comunicación de la Comunidad de Madrid. "Estoy muy nerviosa, muy nerviosa", repetía mientras se secaba las lágrimas de los ojos y evitaba el objetivo de la cámara. Con gafas de sol, y rodeada de todos sus compañeros, explicó que se enteró de los atentados porque la "estaban disparando detrás"."Por eso me enteré", agregó, a la vez que llorando indicó que estaban todos bien "dentro de lo mal" que lo habían pasado.