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"Estuvimos 14 horas tirados en la frontera con Armenia mientras el cónsul dormía"

¿Cumplió el Ministerio de Exteriores con su responsabilidad de evacuar a la colonia española en Georgia? Dos testimonios, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, desvelan la ineptitud del departamento de Moratinos y reflejan la odisea que tuvieron que sufrir para escapar Tiflis ante el recrudecimiento de los bombardeos rusos. Una madre con dos hijos, de siete y cinco años, asegura que mientras ellos pasaban "catorce horas tirados en la carretera en la frontera con Armenia" su marido, en España, intentaba sin éxito ponerse en contacto con el cónsul: "Estaba dormido".

¿Cumplió el Ministerio de Exteriores con su responsabilidad de evacuar a la colonia española en Georgia? Dos testimonios, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, desvelan la ineptitud del departamento de Moratinos y reflejan la odisea que tuvieron que sufrir para escapar Tiflis ante el recrudecimiento de los bombardeos rusos. Una madre con dos hijos, de siete y cinco años, asegura que mientras ellos pasaban "catorce horas tirados en la carretera en la frontera con Armenia" su marido, en España, intentaba sin éxito ponerse en contacto con el cónsul: "Estaba dormido".
LD (Pablo Montesinos) Nuevo testimonio de españoles abandonados a su suerte en Georgia ante la pasividad del ministerio de Exteriores, después de que el viernes un matrimonio denunciara, en exclusiva a Libertad Digital, las penurias que tuvieron que sufrir para abandonar dicho país en busca de refugio. Una huida a la que también se sumó Camar Kanchelishvil, georgiana casada con un español y madre de dos niños de tan sólo siete y cinco años.
 
A primeros de la semana pasada, y ante el recrudecimiento de los ataques de Rusia, Kanchelishvil, que visitaba a su familia en Tiflis junto a sus dos pequeños, optó por ponerse en contacto con Exteriores para informarse de la evacuación de la colonia patria en suelo georgiano. Sin embargo, "nunca recibimos ningún tipo de información ya que España no tiene embajada en Georgia". Es entonces cuando acude a la embajada de Alemania, donde les indican que existen autobuses exclusivos para extranjeros rumbo a Armenia. Ésta era, añade, la única vía para salir de Georgia.
 
Así las cosas, Kanchelishvil optó por coger a sus dos niños y partir rumbo al país vecino. En España, su marido le esperaba nervioso. Antes de marcharse, eso sí, reparó en que el consulado de nuestro país en Moscú tuviera a su disposición su teléfono móvil, así como el de su casa en Bilbao y Tiflis. "Tenían mi teléfono pero nunca se pusieron en contacto conmigo, no nos llamó nadie, tampoco nos llamaron a Bilbao", explica para dejar claro el abandono al que se vieron sometidos.
 
Los momentos más duros llegaron en el trayecto entre Tiflis y Ereván, capital de Armenia. "Estuvimos catorce horas viajando, tirados en la carretera, pero estábamos obligados a coger el autobús, daban noticias muy malas sobre la guerra", nos relata. Mientras tanto, en territorio patrio, su marido llamaba en constantes ocasiones a las autoridades españolas en Armenia y Rusia. "¿Sabe qué hora es?, aquí es de noche, éstas no son horas de llamar, llame mañana por la mañana", le llegaron a decir colgándole el teléfono.
 
Cuando por fin Kanchelishvil y sus hijos llegaron a Ereván, esperaban ser recibidos por el cónsul español en Moscú, Manuel Redondo, que teóricamente les iba a llevar a lugar seguro y gestionar su evacuación a Madrid. Sin embargo, nunca llegó nadie por lo que optaron por marcharse a la embajada alemana, dónde les buscaron un hotel previo pago.
 
A partir de entonces, la historia de Kanchelishvil coincide en gran parte con la del matrimonio Poza Gurjushvili, relatada en exclusiva a Libertad Digital. Al día siguiente, amanecieron pronto y se pusieron rumbo a la casa de España en la capital de Armenia. Sin embargo, allí no les recibió nadie y les instaron a acudir a la embajada italiana, donde teóricamente estaban organizando la evacuación de la colonia española. Sin embargo, hasta esta información era falsa.
 
Entonces, esta madre cogió a sus dos hijos y se fue en busca de una agencia de viajes para encontrar un vuelo regular que tuviera como destino la capital de España. Tras horas de búsqueda, se hizo con unos billetes. Sin embargo, "una familia catalana que venía con nosotros se quedó sin vuelo".
 
Ya en España, pero todavía con el susto en el cuerpo, Kanchelishvil y su marido no salen de su asombro ante el abandono sometido. "El cónsul no nos cogía el teléfono o simplemente nos colgaba", lamenta. "Mis hijos tienen nacionalidad española, yo también, ¿Es que no nos merecíamos que nos ayudaran?", se pregunta.
 
Kanchelishvil no esconde su rabia al recordar que, mientras sus hijos y ella se encontraban tirados a la espera de cruzar la frontera que separa Georgia con Armenia, en el consulado español nadie hacía nada por rescatarles. "Estábamos tirados en la carretera once españoles, asustados y cansados, y el cónsul ni tan siquiera nos llamó, estaba dormido", reitera.
 
Estos testimonios, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, desmienten las informaciones aportadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que el mismo día once de agosto (lunes de la semana pasada) anunciaba que había comenzado a organizar la salida de Georgia de turistas y residentes españoles.
 
El ministerio que dirige Miguel Ángel Moratinos aseguraba entonces que habían enviado al cónsul de España en Moscú, el citado Manuel Redondo, a Ereván mientras que un funcionario de los servicios consulares se habría desplazado a Tiflis. Sin embargo, su inoperatividad parece manifiesta.

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