El Ministerio del Interior dijo que en este tiroteo murieron 25 personas, pero fuentes de la oposición aseguran que los fallecidos fueron 50, mientras llegan a centenares los heridos por disparos, golpes y armas blancas.
Con el fin de intentar evitar mayores incidentes, el presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, anunció en una rueda de prensa que regía el estado de emergencia en todo el país, que se extenderá por treinta días.
Todo comenzó después de los rezos del mediodía, la celebración religiosa semanal más importante para los musulmanes.
Según comprobó Efe, los disparos fueron hechos por civiles desde los tejados próximos a la entrada de la universidad, que viene siendo escenario de continuas protestas públicas desde el mes pasado en las que se pide el final del régimen de Saleh.
Primero hubo un intercambio de golpes entre ambos bandos, pero el tiroteo empezó cuando los manifestantes de la oposición intentaron demoler un muro que había sido levantado por residentes de viviendas cercanas a la universidad de Saná.
Ese muro pretendía impedir la instalación de más tiendas de campaña en un lugar próximo a la universidad, bautizado como la Plaza del Cambio y donde centenares de personas mantienen una vigilia política permanente pidiendo el final del régimen.
El ministro del Interior, Mutahar al Masry, reconoció que la policía no estaba en el lugar cuando estallaron los disturbios, pero después se presentó, sin armas de fuego. Insistió también en que ninguno de los disparos fue hecho por los policías.
Al Masry sugirió a los manifestantes que realicen su protesta en un lugar distinto para evitar mayores problemas.
En una rueda de prensa, Saleh lamentó la muerte de estos manifestantes de la oposición, que calificó como "mártires de la democracia", y, al igual que el ministro del Interior, negó que fuerzas policiales hayan estado involucradas en el tiroteo.
En la rueda de prensa que ofreció en el Palacio Presidencial, Saleh, jefe de Estado yemení desde la unificación entre el norte y el sur de 1990, dijo que la muerte de esos manifestantes era "lamentable" por el alto número de víctimas. Anunció también que las familias de los fallecidos serán compensadas económicamente por el Estado.
La matanza se produjo en medio de las protestas políticas que estallaron en Yemen el pasado 27 de enero, al calor de las rebeliones de Túnez y Egipto, y que se intensificaron a mediados de febrero pasado.
Los incidentes, sin embargo, son los más graves que se registran desde que se desató esta ola de protestas.
Renuncias y dimisiones
A raíz de este tiroteo, el ministro de Turismo, Nabil al Faqih, anunció su renuncia en protesta por el ataque que sufrieron los manifestantes de la oposición, según dijo a Efe una fuente oficial. Al Faqih también renunció al gobernante Partido del Congreso General del Pueblo.
Se trata del segundo ministro que dimite por razones parecidas. Anteriormente lo hizo el de Asuntos Islámicos, Hamud al Hatar.
La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) pidió hoy la suspensión inmediata de la asistencia militar que EEUU presta a Yemen hasta que cesen los ataques contra los manifestantes de la oposición.
La petición se conoce un día después de que decenas de opositores (25 según el Gobierno y 41 según la oposición) perecieran cerca de la Universidad de Saná por los disparos de francotiradores que, según testigos, vestían de civil.
Los grupos de la oposición yemení están pidiendo el final del régimen de Saleh y rechazan participar en un diálogo nacional propuesto por el gobernante.
Saleh ha introducido varias reformas políticas, incluyendo la imposibilidad de que vuelva a ser reelegido, y ha ofrecido a la oposición puestos en un posible gobierno de coalición, invitación que han rechazado los grupos opositores.
En su rueda de prensa, Saleh hizo un llamamiento a Arabia Saudí y otras naciones del golfo Pérsico para buscar una mediación con la oposición con el fin de intentar superar la actual crisis política.
Yemen es el país más pobre de la Península Arábiga. Además de las protestas de la oposición, Saleh se enfrenta a una intento de secesión en el sur, una rebelión chií en el norte y esporádicas acciones de Al Qaeda, que ha instalado en Yemen su principal base de operaciones en la región.