El toque de queda impuesto en la sureña ciudad de Concepción para frenar los saqueos se extenderá por dieciocho horas, informaron las autoridades militares. La decisión no obedece a nuevos desmanes, sino para proteger la ayuda alimentaria para los damnificados que ya llegó a la zona y su distribución, que será "casa por casa", dijo a los periodistas el general Guillermo Ramírez, jefe de la zona en estado de catástrofe en la región del Bío Bío.
También para proceder, con tranquilidad, a la reposición de los servicios básicos (electricidad, agua), que continúan cortados, añadió.
El terremoto del sábado, de 8,8 grados Richter que sacudió el centro y sur de Chile en la madrugada del pasado sábado, causó 723 muertos y dos millones de damnificados, según los informes oficiales más recientes.
El toque de queda rigió durante nueve horas en su primera jornada de aplicación, pero tras registrarse nuevos saqueos y disturbios, se extendió este lunes a dieciséis horas. La jornada fue más tranquila, con incidentes esporádicos, aunque en numerosos barrios de la ciudad y de localidades vecinas los vecinos organizaron piquetes de defensa que velaron durante toda la noche ante eventuales intentos de saqueo por parte de grupos organizados de vándalos.
Tras reunirse en La Moneda con los mandos de las fuerzas armadas y de seguridad pública, Bachelet informó del envío a las regiones del Maule y Bío Bío de 11.850 soldados, 2.131 marinos, 50 aeronaves para establecer un puente aéreo, dos fragatas y una barcaza . Los militares tienen la doble misión de garantizar el orden público y la seguridad, y entregar la ayuda humanitaria.
La mandataria chilena -quien días atrás fue criticada por e presidente electo, Sebastián Piñera, por no enviar antes a los militares a la zona del desastre- reconoció hoy que es necesario "ir mejorando la efectividad de las tareas de control del orden púbico en las zonas más afectadas por el terremoto".