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El Rey manda callar a Chávez y abandona el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana

El Rey ha abandonado el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana harto de los ataques a España.


El Rey ha abandonado el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana harto de los ataques a España.
Momento en el que el Rey manda callar a Chávez | Imagen TV
La situación no tiene precedentes. El Rey ha abandonado el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana harto de los ataques a España y después de espetar a Chávez "¡por qué no te callas!" cuando el venezolano volvía a arremeter contra Aznar. Zapatero, que en ese momento intervenía en la sala, interrumpió al monarca –"un momentito", dijo– y se limitó a intentar aplacar a Chávez. El presidente no acompañó al monarca y tampoco lo hizo Moratinos, que en 2004 acusó a Aznar, como Chávez, de planear el golpe de Estado en Venezuela. El ministro dice que la salida del Rey estaba pactada con Zapatero.
Chávez había pedido la palabra para replicar a la intervención del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, centrada en subrayar que un país nunca podrá avanzar si busca justificaciones de que alguien desde fuera impide su progreso. El presidente había pedido el turno de palabra para referirse a las empresas españolas.
El presidente venezolano mostró su desacuerdo con los argumentos de Rodríguez Zapatero y dijo que "no se pueden minimizar" el impacto de los factores externos, paso previo a un largo discurso en el que volvió a atacar con dureza a Aznar. "Aznar no sólo apoyó el golpe (de abril de 2002), sino que como presidente en ejercicio de la Unión Europea (UE) promovió la aprobación de un comunicado en su contra", dijo.

En su ataque a Aznar, Chávez reveló la supuesta conversación que mantuvo con el entonces presidente del Gobierno español en julio de 1999. Según Chávez, Aznar le dijo: "Vengo a invitarte a que te unas a nuestro club, tienes petróleo, tienes que incorporarte al primer mundo, basta que tú lo decidas, ya que tienes un fuerte apoyo popular y político".

"Pero yo tenía que dejar las relaciones con Cuba, Aznar me dijo que no me convenía la amistad con Castro, Fidel Castro, que para mi es como un padre, un padre revolucionario, un ejemplo de dignidad, de lucha, de resistencia a un imperio", contó Chávez.

"Esos se jodieron"
"Entonces, yo le hice una preguntita. ¿Mira, Aznar, tú que opinas de Haití, de Centroamérica y de África. Pido perdón por lo que voy a a decir, Aznar me respondió: 'Esos se jodieron'(sic). Ahí mostró todo el rostro horrible del fascismo y del racismo". "Una serpiente es más humana que un fascista o un racista; un tigre es más humano que un fascista o un racista", agregó.

Ante estas acusaciones, Rodríguez Zapatero pidió la palabra para reprochar a Chávez los ataques a Aznar. "Se puede estar en las antípodas de la posición ideológica, no seré yo el que esté cerca de Aznar", dijo el presidente a Chávez, antes de recordarle que "fue elegido por los españoles". Chávez insistió en continuar hablando y el Rey hizo un amago de intervenir en la discusión.

Entre las réplicas de Chávez, Zapatero insistió en exigir "ese respeto" para el ex presidente. En ese momento, el Rey se incorporó en su silla para dirigirse a Chávez y espetarle, visiblemente molesto: "¿Por qué no te callas?"
Zapatero continuó entonces diciéndole a Chávez que "hay una esencia y un principio en el diálogo", que "para respetar y para ser respetado no podemos caer en la descalificación", unas palabras muy semejantes a lo dicho durante su comparecencia pública en la que pidió "respeto" al venezolano.
En ese momento, intervino en la polémica el nicaraguense Daniel Ortega en apoyo de las tesis de Chávez y, que a su vez criticó la actuación en su país de la empresa eléctrica española Unión Fenosa. Ante esta intervención, el Rey se levantó de la mesa y abandonó el acto, al que regresó unos minutos después.
Una salida convenida, según fuentes oficiales
Don Juan Carlos se levantó de su asiento mientras intervenía Ortega, a quien la presidenta chilena, Michelle Bachelet, dio la palabra con la condición de que ajustara su intervención a los tres minutos y de que no entrara a replicar.
Fuentes oficiales explicaron que el Rey convino con Zapatero en ausentarse para demostrar el "disgusto" de la delegación española con los ataques que estaba recibiendo España.
Ortega denunció que las intervenciones de algunos presidentes se interrumpan cuando no coinciden con "determinadas posiciones" y se quejó de que España hubiera tenido hoy una "segunda intervención" y él tan sólo una. "La libertad de expresión es un principio. Si no nos van a dar el derecho de hablar, no tienen sentido estas cumbres", consideró.
A continuación, Ortega cedió la palabra a Chávez, quien respondió a Zapatero "con todo mi afecto" que "con la verdad ni ofendo ni temo". Chávez indicó que el Gobierno de Venezuela "se reserva el derecho a responder cualquier agresión en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono".
Luego volvió a intervenir Ortega, quien aludió a la "responsabilidad" de los iberoamericanos por dejarse "chantajear por los yankees y los europeos". Ortega acusó a España de tener una "alianza política, económico y militar" con Estados Unidos y les echó en cara que aviones estadounidenses repostaran en España antes de bombardear la vivienda del presidente libio, Muanmar Gadafi, en 1986, en el que murió la hija de ésta.

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