El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, insistió este lunes durante su encuentro con su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, en la necesidad de que la Unión Europea elimine su posición común frente a la isla, que se remonta a 1996, antes de comenzar a negociar cualquier tipo de acuerdo con los Veintisiete y advirtió de que de lo contrario los europeos se quedarían desfasados mientras otros países, tanto latinoamericanos como Estados Unidos, normalizan sus relaciones con Cuba.
Rodríguez, según explicaron fuentes diplomáticas españolas, se interesó particularmente durante la reunión y posterior almuerzo con Moratinos, por conocer cuál es la situación actual en el seno de la UE frente a la isla y qué posiciones mantienen los Veintisiete. Para el canciller de la dictadura, "parece mentira" que los países de América Latina estén normalizando su relación con el régimen, e incluso Estados Unidos, con los pasos que se han dado desde que llegó Barack Obama al poder y que La Habana valora de forma positiva, y la UE vaya a quedarse "parada" por insistir en mantener la posición común.
En este sentido, Moratinos, que este mismo lunes había expresado el deseo de España de "elevar" la relación entre Cuba y la UE durante su presidencia de turno en el primer semestre de 2010, insistió en la "voluntad" española de que esto ocurra pero recordó al canciller cubano que para acabar con la posición común debe haber unanimidad y por tanto "no es sólo la voluntad española" lo que cuenta.
Además, según las citadas fuentes, el ministro aprovechó, tanto durante su encuentro privado con Rodríguez como en el posterior almuerzo, para trasladar al Gobierno cubano los motivos de preocupación entre los Veintisiete, principalmente la situación de los Derechos Humanos y el problema de los presos políticos. Como en ocasiones anteriores, según las fuentes, el canciller de la dictadura insistió en que no existe un problema de Derechos Humanos en la isla como tampoco hay presos políticos, sino personas encarceladas en aplicación de la legislación cubana.
Por ello, Rodríguez señaló que no entiende el que esta cuestión sea la que bloquee el fin de la posición común europea y lamentó que se "penalice" más a Cuba que a otros países, como por ejemplo Libia, con los que la UE sí está dispuesta a tener una relación más próxima pese a que, en opinión del régimen, tengan unas circunstancias más complicadas.
La opción que plantea España, según las fuentes, es que los Veintisiete empiecen a negociar algún tipo de acuerdo con Cuba, al que se incluiría una cláusula democrática como se hace a otros países y que exigiría una serie de requisitos en materia de Derechos Humanos y Estado de derecho, antes de levantar la posición común. No obstante, en el Gobierno se es consciente de las dificultades que esto conlleva, no sólo por la oposición cubana, sino por las reticencias existentes en algunos países miembros a estrechar la relación con la dictadura.
Así las cosas, para tratar de avanzar en esta cuestión se ha planteado la posibilidad de que el próximo encuentro entre Moratinos y Rodríguez en el marco del proceso de diálogo político iniciado entre los dos países tras la visita del ministro español a Cuba en abril de 2007, que debería tener lugar en España el próximo año se haga coincidir con la reunión de la "troika" europea de la que formará parte el jefe de la Diplomacia junto a su homólogo belga y representantes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo en el primer semestre. Este encuentro, según las fuentes, debería producirse a principios de la presidencia.
Por otra parte, Moratinos y Rodríguez acordaron que la próxima reunión del mecanismo de diálogo sobre Derechos Humanos –también acordado en 2007– se celebre el próximo mes de febrero en España. Este encuentro sería el cuarto y, según se ha indicado desde Exteriores, existe un deseo de darles una "mayor visibilidad" y una "mayor eficacia".
En el plano bilateral, según las fuentes, el canciller cubano expresó su deseo de que con España haya una relación "especialmente buena" por encima de los eventuales "desencuentros" que pueda haber durante la presidencia de turno de la UE.
Asimismo, se comprometió a tratar de resolver el problema de liquidez que sufren unos 280 empresarios españoles que tienen más de 300 millones de dólares bloqueados en bancos cubanos, si bien incidió en el "momento complicado" que vive la isla por las pérdidas que supusieron los huracanes del año pasado, la crisis económica mundial y el embargo estadounidense. En este sentido, indicó que La Habana tendrá en cuenta a aquellos empresarios que hagan un esfuerzo y se queden en la isla en los momentos difíciles en un futuro.
Por su parte, Moratinos se interesó por la situación del empresario español Pedro Hermosilla, detenido desde hace más de un mes en las instalaciones de Villa Marista de la seguridad del Estado y al que se acusa presuntamente de corrupción. Asimismo, el ministro consideró un "contrasentido" que no se solucione el problema del Centro Cultural Español en La Habana, bajo control cubano desde 2003, puesto que Cuba es prácticamente el único país iberoamericano donde no hay un centro de este tipo. Por ello, hizo una propuesta que sería "satisfactoria" para ambas partes y que fue escuchada "con interés" por Rodríguez, si bien las fuentes no dieron más detalles.
Por último, ambos se felicitaron de lo bien que está funcionando la cooperación española en la isla –este año será de 34 millones de euros– y expresaron su voluntad de avanzar en el tema de la deuda de Cuba hacia España, que asciende a unos 2.000 millones, de los que 1.800 son atrasos, aunque reconocieron la "complejidad" del asunto. Para España, es importante al menos que en los últimos tiempos se hayan hecho avances en la conciliación de cifras.