La realidad es que ese fantoche, títere de la URSS, no pudo llevar a cabo la maniobra ordenada por aquel "imperio de mierda y muerte" y era la de poner en marcha el centenario proyecto del Canal de Nicaragua que les habría dado un enorme poder de expansión en América. Muerto el perro se acabó el parné.
Jó, el pobre Moratinos estará deshecho . . .