La obsesión antisemita de dictadores como el de Yemen se deja sentir cada vez que tiene oportunidad. Tanto más, en época de vacas flacas, cuando ven su trono peligrar y arremeten dando bandazos a diestro y siniestro.
Para Abdalá Saleh, que sus ciudadanos se levanten contra él es síntoma de que Israel está por medio: "Todas estas protestas las financian los sionistas en Israel y se dirigen en una sala de operaciones en Tel Aviv", afirmó Saleh en un discurso que dio a los profesores universitarios en Saná, según recoge Haaretz. Mientras, la ciudad vivía otra jornada de protestas contra el dictador.
Saleh no perdió ocasión de atacar otro de sus objetivos predilectos: EEEUU. "¿Qué tiene que ver Obama con los países árabes?, ¿es el presidente de Estados Unidos o el presidente de los países árabes?", se preguntó.
Ayer, la oposición yemení rechazó la oferta de Saleh de participar en un gobierno de unidad nacional y dijo que mantendrá en las calles las protestas, que estallaron en el país el pasado 27 de enero al calor de las revueltas de Túnez y Egipto.
Desde que comenzaron las protestas, Saleh ha reiterado en varias ocasiones su oferta de diálogo y de formación de un gobierno de unidad nacional, lo que ha sido rechazado por la oposición.
Los enfrentamientos que han surgido en estas protestas a favor y en contra del régimen han causado hasta ayer 17 muertos y centenares de heridos.