Según una encuesta de la compañía CID-Gallup, publicada en El Nuevo Diario de Managua, el 56 por ciento de los nicaragüenses no quieren que Daniel Ortega sea una opción en las próximas elecciones presidenciales de 2011. El 28 por ciento de los encuestados cree que sería "muy malo" un continuismo del actual presidente mientras que el otro 28 por ciento lo ve como "algo malo". Sólo el 16 por ciento cree que es "muy bueno" y el 21 por ciento lo ve como "algo bueno".
Acerca de las posibilidades de que voten por Ortega, el 59 por ciento señaló que es "poco o nada probable" de que eso ocurra. Sin duda, se trata de una mala noticia para un Daniel Ortega, integrado en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) presionado por Hugo Chávez a cambio de petróleo y otro tipo de ayudas, que busca de su próxima elección en 2011 gracias a un "decretazo" que prorroga el período de los contralores y otros funcionarios. Dicha encuesta revela que el 54 por ciento de los ciudadanos rechaza ese decreto presidencial. Lo sorprendente es que en ese grupo el 30 por ciento son simpatizantes del Frente Sandinista.
Pero las malas noticias no acaban aquí para Ortega. Los datos arrojan que el ex alcalde sandinista de Managua, Dionisio Marenco, es el favorito para las próximas elecciones y así el 30 por ciento se muestra favorable a esta opción mientras que el 24 por ciento apuesta por la continuidad de Ortega. Les siguen Eduardo Montealegre Rivas, con el 16 por ciento, Arnoldo Alemán Lacayo, con el 8 por ciento, y Edmundo Jarquín, del Movimiento Renovador Sandinista, MRS, con el 4 por ciento.