A al-Farmawi lo mató a tiros el "malvado" Ejército israelí el pasado martes. Todas las agencias y medios de comunicación dieron cuenta del suceso: "El cuerpo del joven fue inmediatamente transportado por los servicios del Comité Internacional de la Cruz Roja" afirmaban. El propio grupo terrorista Hamás confirmaba que su ministerio de sanidad – que controla la fanja- certificaba su muerte. De nada sirvió que las autoridades israelíes declararan "no tener constancia del incidente".
Pocos días después, la noticia de la "resurrección" de este palestino es desoída por esos mismos medios internacionales. Salvo el periodista Sal Emergui en su blog de El Mundo, el único que da cuenta de lo que ocurrió realmente, lejos de las consignas maniqueístas en las que se pierde el conflicto.
Mohamed al-Farmawi dejó de ser una "víctima" más de la cacareada crueldad israelí cuando apareció por la puerta de su casa este fin de semana. "No sabía que habían anunciado mi muerte ya que estaba bajo arresto en Egipto" decía el chico a la agencia France Presse.
La versión de lo que ocurrió realmente la cuenta Emergui: en realidad al-Farmawi había ido con sus amigos a la zona de la manifestación al Sur de la franja de Gaza, "para divertirse". En medio de este "divertimento" las fuerzas de seguridad egipcias lo detuvieron, por intentar cruzar la frontera por uno de los centenares de túneles que conectan la franja palestina con el Sinaí.
La familia del joven asegura que "fue un shock y una gran alegría ver a Mohamed volver a casa sano y salvo. Nos habían dicho que el Ejército israelí le había matado y que su cadáver estaba cerca de la frontera en Rafah. Pero yo dije a todos que mientras no veamos su cadáver aún no había esperanzas" aseguraron.