L D Agencias) El ministro del Interior de la India, Shivraj Patil, ha presentado su dimisión tras asumir la "responsabilidad moral" por el ataque terrorista contra la ciudad portuaria de Bombay, informó una fuente del partido gubernamental. Patil envió la carta de dimisión al primer ministro, Manmohan Singh, quien aún no ha decidido si la acepta.
El ministro "ha asumido la responsabilidad moral y ha decidido dimitir", dijo la portavoz del Partido del Congreso, Jayanti Natarajan. El ataque contra Bombay "es horrendo y el Gobierno se lo toma muy muy en serio. Es un ataque intolerable a la soberanía india", añadió la portavoz, citada por la agencia IANS.
Singh celebra este domingo una reunión con los líderes de los principales partidos del país para analizar la situación tras los atentados en Bombay, que causaron la muerte de 183 personas y heridas a más de 300, según el último cómputo oficial. Anoche, Patil compareció ante el comité central del Partido del Congreso, ante el que dijo que asumía la responsabilidad por lo ocurrido en Bombay, informó la agencia PTI.
En esa reunión, presidida por Sonia Gandhi, otros miembros del Gobierno reclamaron una "acción severa" y la asunción de responsabilidades al más alto nivel por el ataque a Bombay. Según las agencias PTI e IANS, los participantes demandaron medidas "ejemplares" tras la ola de atentados que la India ha sufrido este año para restaurar la confianza ciudadana en el Gobierno.
Tensión con Pakistán
La India ha acusado del ataque al Lashkar-e-Toiba, un grupo con base en Pakistán que lucha por la independencia de la región de Cachemira. Las acusaciones han elevado la tensión entre estos dos Estados vecinos, que se han enfrentado en tres guerras desde su independencia en 1947.
Sin embargo, y tras algunas informaciones, el Ministerio indio de Exteriores descartó versiones según las cuales el Gobierno está planteándose la ruptura del diálogo con Pakistán y del alto el fuego que rige en la frontera cachemir como medidas de respuesta a los atentados de Bombay.
"Estas historias forman parte de un plan de Pakistán para crear la impresión de que la India está actuando impulsivamente y desbaratando el diálogo mientras Pakistán hace lo posible por mantener el proceso de paz en marcha", dijo a la agencia IANS el portavoz de Exteriores, Vishnu Prakash.
Las autoridades de Pakistán han dejado claro su malestar por las acusaciones del Gobierno indio. El primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, canceló este domingo la visita de cuatro días que tenía previsto hacer a Hong Kong "debido a la situación actual en el país", según un portavoz.
Pakistán ha advertido a EEUU y la Unión Europea de que, si la India sigue con sus acusaciones, el Ejército paquistaní trasladará sus tropas de la frontera occidental con Afganistán -donde combate a los integristas- a la oriental con la India, según altos mandos militares citados por el canal Geo TV.
La noticia de la dimisión del ministro del Interior se conoce 24 horas después de que el Ejército indio acabara con el último reducto de terroristas y pusiera fin a casi tres días de crisis. Los últimos disparos y explosiones tuvieron lugar en el lujoso hotel Taj, frente al mar Arábigo y la emblemática Puerta de la India, donde los comandos indios dieron muerte a tres terroristas, registraron las más de 300 habitaciones del complejo durante todo el día y detonaron armamento y granadas.
Una fuente oficial citada por la agencia IANS aseguró que las fuerzas indias encontraron dos bombas dentro del hotel, por lo que dedujo que el plan era destruir el complejo , mientras que algunos canales aseguraron que varios terroristas ya estaban alojados en el Taj.
No muy lejos de este recinto se halla otro de los diez puntos atacados, el hotel Oberoi, de donde este viernes salieron con vida dos empresarios españoles que quedaron atrapados en sus habitaciones.
Aunque ambos hoteles presentan serios desperfectos -en especial el ala este y la cúpula del Taj, cuya reconstrucción costará unos 100 millones de dólares- el escenario más devastado es el centro religioso judío Nariman House, donde murieron al menos cinco personas, entre ellas un rabino y su mujer, que fueron tomados como rehenes.