Mientras el laicista Zapatero ha agraviado sistemáticamente durante su mandato a los católicos españoles no ha tenido reparo en acudir a un acto de oración organizado por evangelistas conservadores con el objetivo de poder hacerse la foto con Barack Obama y tener un pequeño encuentro con el mandatario norteamericano. Este acto se produce poco después de que el presidente de EEUU declinase venir a Madrid para la cumbre de la UE.
El jefe del Ejecutivo español tiene ocho minutos para su intervención y se prevé que recite algunos versículos de la Biblia para adornar una intervención que podría girar en torno a la llamada Alianza de las Civilizaciones. Desde Moncloa no se quiere avanzar nada aunque aseguran que lleva días redactándolo de su puño y letra.
Aunque con un tinte político, el elemento religioso y espiritual de este desayuno tiene gran importancia como se demuestra que una de las ponentes anteriores a Zapatero fue la Madre Teresa de Calcuta. Incluso después de cada intervención se tiene que decir amén, por lo que Zapatero parece ser que sí tendrá que rezar este jueves.
Sin embargo, desde España se recuerda el agresivo laicismo de este Gobierno y encabezado por su presidente que se ha demostrado con el feo que hizo al Papa Benedicto XVI y al millón y medio de personas que acudió a la Eucaristía en Valencia y que no tuvo la representación de su presidente. Por ello, se critica que sí acuda a la invitación de Obama para rezar con 3.500 miembros de una organización conservadora mientras intenta extirpar el sentimiento religioso de España.
La radical ley del aborto, la campaña contra los crucifijos, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, los ataques constantes contra la jerarquía católica española, la futura Ley de Libertad Religiosa que prevé eliminar toda referencia religiosa en el ámbito público o la negativa de Zapatero de asistir a los actos del Papa en España son un ejemplo de la línea que ha seguido el Gobierno durante los últimos años.
El doble rasero de Zapatero se evidencia aún más cuando el desayuno de oración en el que va a participar está organizado por un grupo llamado "La Familia", lo que contrasta con el trato que han recibido por su parte todos aquellos que han querido reivindicar el papel de este colectivo en España, por otra parte el más valorado por los ciudadanos, en actos celebrados durante las tres últimas navidades en Madrid.
En multitud de ocasiones tanto el presidente como los miembros de su Gabinete y su partido han atacado duramente a los católicos españoles y a sus representantes por aclarar cual debe ser el comportamiento de los creyentes. Aún se recuerdan las críticas de De la Vega y Aído, por ejemplo, que decían que "desde los púlpitos no se legisla" y les instaron a no opinar cuando manifestaron su parecer ante leyes, a su parecer, injustas.
Esto también se ha visto en los últimos meses con la polémica de negar la comunión a políticos pro abortistas, lo que generó una riada de críticas del Ejecutivo y del PSOE contra los obispos españoles, a los que han calificado en multitud de ocasiones de ultraconservadores. Parece más difícil que en este desayuno en Washington Zapatero califique a estos creyentes de esta manera.
En España aún se recuerda como decidió no acudir a la misa que ofició en España Benedicto XVI durante su visita a Valencia en 2006, a pesar de que todos los presidentes del Gobierno españoles siempre habían acudido a los principales actos presididos por los Pontífices, sin olvidar que éste también es Jefe de Estado.
Para Zapatero existen jefes de Estado de primera y de segunda como se recuerda tras la visita de Benedicto XVI a España. El presidente le recibió en una pequeña audiencia de 20 minutos y la noticia fue hecha pública a través de una agencia de noticias lo que contrasta con este desayuno que ha sido anunciado con todos los honores.
En este sentido, no se termina de entender como el presidente español no acudió al acto religioso más importante y multitudinario de España y sin embargo si ha acudido al acto más religioso de otro país, lo que consideran un insulto a los cristianos españoles.
Desayuno de origen religioso y espiritual
Según cuenta Europa Press, el Desayuno Nacional de Oración, aunque es más un acto político donde se pueden hacer contactos, tiene un origen religioso y espiritual. La tradición de celebrarlo se remonta al periodo de la Gran Depresión en la década de los 30, cuando muchos en América perdieron sus trabajos, cayeron en la pobreza y varios hombres de negocios en la ciudad de Seattle decidieron ayudar a sus hermanos congregándoles para compartir un desayuno y hablar sobre Dios.
Las alusiones a Dios y a la religión son algo común en los discursos del ponente invitado, como ha sido el caso del ex primer ministro británico Tony Blair, que el año pasado criticó el extremismo religioso, pero advirtió también del "secularismo agresivo". O el cantante de U2, Bono, quien en 2006 arremetió contra lo que algunos religiosos son capaces de hacer en nombre de Dios y leyó varios pasajes de la Biblia sobre la ayuda al prójimo para subrayar la responsabilidad que la comunidad internacional tiene con África.